Quizás no lo sabías, pero el Museo de las Artes Escénicas (MAE) de Barcelona guarda, desde hace más de un siglo, un trozo de dedo de Calderón de la Barca, uno de los dramaturgos más conocidos de la historia del país. Hasta ahora se pensaba que el frragmento de hueso que se guarda en el Museo (dentro del Institut del Teatre de Barcelona), pertenecía a la mano del escritor, pero una reciente investigación de la Diputación de Barcelona ha revelado que el dedo no pertenece a la mano que escribió La Vida es Sueño, si no a sus pies.
La investigación empezó hace un par de años a partir de un reportaje que explicaba la historia de esta reliquia y mostraba su foto. A partir de la publicación de esta foto, el doctor Salvador Moyà-Solà del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont contactó con el museo al sospechar que el hueso era del pie y no de la mano. Para confirmarlo, el MAE pidió al Instituto Catalán de Paleontología que inspeccionara la reliquia. Así, en marzo de 2022 el mismo doctor Salvador Moyà-Solà examinó el hueso en la sede del museo y emitió un informe que confirma que los restos óseos se corresponden con un segundo metatarsiano del pie izquierdo en vez de un metacarpiano de la mano derecha como siempre había informado el museo, atendiendo al acta de 1840 que certifica la originalidad de esta reliquia.
¿Cómo llega un dedo de Calderón al Institut del Teatre de Barcelona?
Lo cierto es que el camino o el motivo exacto de la llegada de esta reliquia al MAE es un misterio. El dedo (del pie) figura en el Archivo Administrativo del Institut del Teatre desde 1923. Ahí se señala, además, que la pieza provenía directamente de la Biblioteca del cardenal Antolín Monescillo , que fue arzobispo primado de Toledo. A éste se lo habría entregado una persona que se habría hecho con el dedo durante el traslado del cuerpo de Calderón de la parroquia de El Salvador a la Sacramental de San Nicolás, tal y como explica este reportaje de ABC.
Durante años el dedo se conservó con descuido, hasta que en 1999 se decidió restaurarlo, y en este trabajo se pensó ya en la posibilidad de que en un futuro se extrajera de la reliquia el ADN que, de encontrarse los restos de Calderón en Madrid, ayudaría a confirmar su autenticidad.