Realmente es un cuadro mágico.
Lo comentábamos brevemente en este artículo sobre cosas que no sabías (o, sencillamente, curiosidades) de la Sagrada Familia: en la Fachada de la Pasión hay un cuadro mágico. Aunque no es una afirmación del todo precisa, porque ese cuadro es casi mágico. Pero esto lo explicaremos un par de líneas más adelante.
La Fachada de la Pasión, la fachada que represente los últimos años de Jesús, alberga una especie de sudoku (por llamarlo de alguna forma). Un sodoku raro de 16 casillas con sus 16 número que, sumados en vertical, en horizontal y en diagonal, da el mismo resultado: 33.
Si piensas en el 33 es posible que se te ocurran tres cosas. Una, mis cojones 33. Dos, la edad a la que murió Jesucristo. Tres, el 33 como número masón (es un número masón porque el 3 es el número perfecto y el 11 es el número maestro y el 33 es el resultado de multiplicarlos).
La de mis cojones 33 se descarta de inmediato. La de la edad a la que murió Jesucristo es la opción más plausible. Y la de la masonería es la que reviste al cuadrado mágico de un aura de misterio. Se dice que Gaudí fue masón. Ahora bien, la teoría queda parcialmente destrozada cuando sabes que el cuadrado es obra de Josep Maria Subirachs i Sitjar, el creador del conjunto escultórico de la Fachada de la Pasión.
Sea como sea, esto no deja de ser un enigma numerológico (numeroilógico, incluso) derivado de la ambigüedad de los números.
Ah, por cierto, el cuadrado es casi mágico porque para que un cuadrado sea totalmente mágico es necesario que no haya números repetidos (aquí se repiten el 10 y el 14) y que los números formen series consecutivas.