La gran transformación del Eixample empzó en junio de este año con las obras de la ‘superilla’ del Eixample, una iniciativa que transformará las calles del Consell de Cent, Comte Borrell, Girona y Rocafort. El proyecto, presentado el pasado 10 de febrero, ya está en marcha, y se prevé que se finalice en los primeros meses del año 2023.
Las obras, que se llevarán a cabo a lo largo de 8 meses, tendrán como resultado cuatro ejes verdes en las mencionadas calles que convertirán el distrito con mayor contaminación en una zona con 58.000 metros cuadrados para los peatones. La iniciativa se presenta como una extensión del modelo implantado en Sant Antoni que podría trasladarse también a otros barrios barceloneses. Tal y como afirmó Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, la pretensión es que la ciudad “se adapte a los retos del siglo XXI y se convierta en un lugar mejor donde vivir”.
Cambios en la movilidad: adiós al eje Consell del Cent
Las obras empezaron unos meses, pero este 18 de noviembre empezarán a notarse cambios sensibles en la movilidad de los vehículos. El más importante se producirá en la calle Consell de Cent. Esta vía, una de las más usadas para atravesar el Eixample de punta a punta, romperá su continuidad y pasará a ser un eje verde destinado al peatón.
El Ayuntamiento recomienda a los conductores buscar itinerarios alternativos ya que, además, Girona, Rocafort y Comte Borrell y las nuevas plazas también verán interrumpida su continuidad actual.
El vecindario y el tráfico local tienen garantizado, en todo momento, el acceso a viviendas, comercios y aparcamientos, pero hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos no se podrá circular por los futuros ejes verdes en línea recta (excepto los vehículos de servicios y emergencias y las bicicletas) y deberá girarse en cada isla. El acceso a un eje verde desde una calle transversal implicará la salida por la siguiente calle transversal.
Una ciudad más verde
Las características del proyecto definitivo fueron detalladas por Janet Sanz, la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad. La vegetación será la principal protagonista, ya que pasará a ocupar un 12% de las calles frente al 1% con el que cuenta actualmente el distrito. Para ello se plantarán 400 nuevos árboles y alrededor de 7.900 metros cuadrados de arbustos.
Se sustituirá el asfalto por materiales como granito y panot, construyendo un terreno permeable que permita el aprovechamiento de la lluvia. También se prescindirá de las aceras con el objetivo de asegurar la total accesibilidad de la vía pública. Además, el peatón tendrá preferencia por encima de los vehículos, que deberán circular a 10 km/h. De hecho, el objetivo final es su desaparición progresiva de los espacios urbanos.
Recuperar la vida en el espacio público
Más concretamente, en los cruces de Consell de Cent con Girona y Comte Borrell se construirá una nueva plaza que contará con diversos elementos de mobiliario urbano con los que se pretende recuperar la vida en el espacio público. Por otro lado, en el cruce de Rocafort y Enric Granados habrá un espacio similar a un jardín idóneo para las actividades.
A las 4 plazas de mayores dimensiones se sumarán 31 plazoletas de 1.450 metros cuadrados que, además de constituir lugares de estancia, estarán orientadas al disfrute de los más pequeños. Con todo ello, podrá completarse un recorrido a pie por toda la ‘superilla’. Habrá cambios también en el alumbrado, que estará adaptado también a los peatones y especialmente pensado para fomentar la seguridad de las mujeres. Por ello, las farolas estarán ubicadas en el centro de la vía y serán más bajas que las orientadas a los vehículos.