Uno pensaría -erróneamente- que toda tienda que -injusta y xenófobamente- ha sido bautizada como “paqui” es igual que la anterior. Como un no-lugar o como el escenario de un cuento de un escritor argentino un poco pedante.
En uno de los adverbios apostillados está la clave del artículo. No en injusta y xenófobamente (de eso habló muy bien Anna Pacheco en este artículo de Playground) y sí en erróneamente.
Decíamos que uno pensaría que todos son iguales por sus clásicos letreros con palabras como “Supermercat” o “Alimentación”. Y también lo pensaría por la idéntica variedad que puebla sus estanterías. Aunque, claro, el axioma de que “todos son iguales” se desmorona en el mismo momento en el que aparece la excepción, el tipo que rompe el estéreo, el que se zafa del cliché.
Y ese, claro está para quien lo sabe, es el Supermercat del Món. Un negocio con un nombre acertadísimo: un supermercado con productos latinos, asiáticos e italianos, entre muchos otros.
El Supermercat del Món es un supermercado de estética similar al resto de los badulaques de la ciudad, pero de contenido desmarcadísimo. La belleza está en el interior, las apariencias engañan, no se debe juzgar un libro por su portada y toda esa morralla.
Pero no es solo la diversidad de la procedencia lo que dota al Supermercat del Món del epíteto de mejor supermercado del mundo. También es la variedad de productos. O explicado con números: en el Supermercat del Món hay más quesos que metros cuadrados.
Vale, la afirmación tiene trampa tiene trampa porque es un supermercado pequeño (120 metros cuadrados), pero ello no es óbice de desmerecer nada porque sus estanterías están a reventar. Hay más de 4.000 productos distintos (en navidad llegan a los 5.000). Seguimos con los números: más de 50 leches vegetales, un centenar de pastas -pasta de macarrón, no de dulce- distintas y en temporadas concretas hasta 97 panettones. Amén de la variedad de cervezas.
El supermercado está en la Calle Parlament, 21, de la que ya te hablamos en este artículo.
Como dato adicional y a modo de cierre del artículo, sólo cabría decir que el Supermercat del Món tiene algo que le gusta a todo el mundo: calidad a precio asequible. Y ya estaría.