Els bunyols de Quaresma son uno de los dulces más preciados de la repostería catalana. Aunque los más típicos son los de viento y los de crema, hay un sinfín de sabores más. Repasamos los rincones más preciados de la ciudad para conseguir este dulce que se come por Semana Santa.
Escribà
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Ya hemos hablado de la pastelería Escribà en varias ocasiones. Y es que su repostería es excepcional. Es famosa por su fachada modernista, pero sobre todo por sus dulces, bombones y chocolates artísticos. Y también por sus buñuelos, unos de los mejores de la ciudad.
📍 Gran Via de les Corts Catalanes, 546
Foix de Sarrià
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Ubicado en lo alto de la ciudad, Foix es otro de los epicentros del dulce. En 1886 abría sus puertas avalada por un maestro pastelero, Josep Foix Ribera. Un proyecto que ya lleva más de 125 años y que sigue demostrándonos que todo lo que tocan es arte dulce: los panettone, los panellets, la briochería…
📍 Major de Sarrià, 57
Canal
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Es otra de las pastelerías más emblemáticas. Probar sus cruasanes o sus catanias son auténticos placeres. También preparan joyitas como las cerezas al kirsch, el nougatine o las trufas de chcolate negro.
📍 Calvet, 15
📍 Muntaner, 566
Brunells
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Otro de los templos de los dulces. Brunells, además de ganar varios premios por tener el mejor cruasán, es uno de los sitios más míticos en cuanto a bunyols se refiere. Tampoco podemos dejar de hablar del local, que es uno de los más emblemáticos del Born. Sus colores y diseño protagonizan la calle Princesa.
📍 Princesa, 22
La Colmena
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Ubicada a pocos metros de la anterior, a caballo entre el barrio del Born y el Gótico, es una de las pastelerías más centenarias de la ciudad. Otro clásico para degustar este dulce típico de estos días.
📍 Plaça de l’Àngel, 12