De la misma manera, por beber en la calle se podría aplicar la sanción más alta ya existente, que son 600 euros de multa en algunos casos. Albert Batlle, teniente de la alcaldía de Seguridad, ha asegurado que serán “muy exigentes” y que la Guardia Urbana será estricta al respecto. Según el nuevo consistorio, las nuevas medidas pretenden reforzar y ampliar el mantenimiento, contribuir a mejorar la convivencia y garantizar el civismo en la ciudad.