En Barcelona hay una línea de autobús que divide a vecinos y ayuntamiento. Se trata del pequeño autobús de la línea 116, que conecta el centro de Barcelona desde Joanic con Gràcia. El consistorio está evaluando la opción de eliminarlo de servicios como Google Maps porque su uso entre turistas que acceden al Parc Güell se ha disparado.
Se trata de un bus necesario por las particularidades del barrio, con un gran desnivel y que hace que los desplazamientos hasta el final de línea sean más livianos si se cuenta con un sitio en este autobús. Algo que durante los últimos años se ha convertido casi en tarea imposible, ya que el autobús solo cuenta con unas 35 plazas.
De ahí que el equipo dirigido por Jaume Collboni haya optado por la supresión de la línea en Internet, como ya se hizo con la línea 111, de naturaleza similar y con el Tibidabo como destino.
Esta medida evitaría la concentración de turistas que utilizan servicios de movilidad digital como Google Maps o Citymapper. Una decisión que choca con la propuesta de asociaciones vecinales como la del barrio de la Salut y Vallcarca, principal afectada por la medida, ya que invisibilizará los servicios con los que cuenta el barrio.
En declaraciones a Betevé, los vecinos proponen aumentar las frecuencias de paso de la línea. Esta medida no convence al consistorio, que cree que no se solucionará el problema.
Por el momento, la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este mes a propuesta del PP estudiar mejoras para la movilidad en el entorno del parque. Los vecinos, por su parte, han presentado 1.600 firmas para que se refuerce la línea 116, pese a que es la que mayor número de vehículos cuenta dentro de las líneas «Bus de barri».
Este problema de saturación turística no es exclusivo de la línea 116, sino que afecta a varias líneas de autobús en el distrito de Gràcia, como destaca una investigación de 2023 publicada por El País.