Barcelona existe mucho más allá del centro, y así lo reivindican los vecinos del barrio del Besós, muchas veces olvidado por su situación periférica, y que quiere convertirse, poco a poco, en un referente de arte urbano en la ciudad.
El barrio se empezó a edificar a finales de los años 60 y, en la actualidad, muchos de sus edificios sufren de aluminosis, una enfermedad del hormigón que le hace perder consistencia y quebrantarse.
Por eso, con el objetivo de dar al barrio la dignidad que merece, visibilizar su situación y generar referentes en el barrio alejados del estigma, la entidad vecinal SOS Besós, juntamente con otras entidades del barrio y el Ajuntament de Barcelona, han impulsado la creación de un circuito de grafitis de grandes dimensiones por distintos puntos del barrio.
El primero de ellos lo ha llevado a cabo el artista catalán Slim Safont, en una pared medianera con una escalera a medio construir, y que ha titulado «Llum del barri». Los protagonistas de este mural hiperrealista son cuatro niños del barrio que representan el futuro del Besós.
El futuro del barrio está en el arte urbano
El objetivo de convertir el Besós en un centro de arte urbano por parte de sus vecinos, no es solo el de ser un referente a nivel artístico, sino también el de reivindicar los orígenes del barrio, su multiculturalidad y ahuyentar la estigmatización a la que se han visto sometidos.
Todavía no se sabe qué pared será la elegida para acoger el próximo mural, ni la temática de este. No obstante, los vecinos tienen claro que quieren atraer visitantes como lo hacen las paredes de Glasgow o el Bronx.
En Catalunya, su referente es el municipio de Planelles, el pueblo de los grafitis de Lleida. Aunque sus objetivos iniciales sean distintos, en Planelles buscaban atraer visitantes porque la población estaba desapareciendo, su finalidades similar: convertirse en un referente del arte urbano catalán.