Algo más de medio millón de personas, un tercio de la población de Barcelona, vive en zonas con una muy alta vulnerabilidad al cambio climático. Esta es la conclusión del estudio «El calor en un futuro: índice de vulnerabilidad al cambio climático (IVAC)», un informe AMB y elaborado por el área de Sostenibilidad Urbana del Instituto Metrópoli (antes IERMB) que identifica las áreas del territorio y de los grupos sociales más vulnerables al calentamiento global.
La investigación identifica los puntos con mayor vulnerabilidad, teniendo en cuenta el estado actual y el futuro aumento de las temperaturas extremas y de las oleadas de calor. Para hacerlo, se ha creado el primer índice de vulnerabilidad al cambio climático (IVAC) en el área metropolitana de Barcelona, que dibuja un mapa a una escala muy precisa (sección censal). Cuanto mayor es la puntuación IVAC, más vulnerable es la zona al cambio climático.
El estudio, que se apoya también en datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), aparece cuando se sabe que existe una alta probabilidad de que este verano sea muy cálido, concretamente, que esté entre el 20% de los más cálidos de las tres últimas décadas. Nada que no noten lxs vecinxs de los barrios que aparecen en el estudio, que seguro que ya han comentado entre ellos la frase de moda del verano: «este es el verano mas frío del resto de tu vida».
Los barrios más calientes de Barcelona
En la Ciudad Condal, la vulnerabilidad climática afecta a 526000 personas, que se concentran en los barrios del Raval y la Barceloneta (distrito de Ciutat Vella); zonas extensas de Ciudad Meridiana, Prosperidad y el Turó de la Peira (Nou Barris); Sants-Badal, Sants y el Poble Sec (Sants-Montjuïc); el Besòs y el Maresme (Sant Martí); Trinitat Vella (Sant Andreu); Carmelo y alguna zona de Can Baró (Horta-Guinardó) y Gracia.
El índice establece que una zona es vulnerable al cambio climático cuando hay poca presencia de verde y elevada densidad residencial, “con predominio de hogares con rentas bajas y sin estudios universitarios, con gente mayor que vive sola, con mujeres mayores, de población extranjera procedente de países en desarrollo y de hogares vulnerables con informes de riesgo de exclusión residencial de servicios sociales”.
¿Qué hace que una zona sea vulnerable al cambio climático?
Que haya poca presencia de verde y elevada densidad residencial, con predominio de hogares con rentas bajas y sin estudios universitarios, de hogares con personas mayores que viven solas, de hogares con mujeres mayores, de población extranjera proveniente de países en desarrollo y de hogares vulnerables con informes de riesgo de exclusión residencial de servicios sociales Además, son áreas con viviendas relativamente viejas (construidas principalmente de 1951 a 1980) y con una mayor proporción de edificios en estado deficiente, mal estado o ruinoso.
Por otro lado, el estudio apunta que algunos de los factores que más ayudan a reducir esta vulnerabilidad son la abundancia de zonas verdes urbanas, así como la presencia de viviendas de nueva construcción, especialmente las que datan de 2007 en adelante.
La influencia marítima también tiene gran importancia: algunos barrios del frente marítimo de Barcelona, Badalona y Sant Adrià de Besòs, a pesar de tener un IVAC alto, no tienen proyecciones tan elevadas de aumento de las temperaturas diurnas y, por tanto, serán zonas menos vulnerables que otros barrios interiores de Barcelona con características sociales y de edificación similares.
La superposición del IVAC con la actual red metropolitana de refugios climáticos (XMRC) muestra que la cobertura actual de refugios climáticos alcanza ya casi la totalidad de las zonas de alta vulnerabilidad. Este verano 2023, un 80% de la población metropolitana vulnerable (excepto en Barcelona) está a 10 minutos de un refugio climático metropolitano, y el 96% a 15 minutos. La XMRC ha incrementado notablemente su cobertura, ya que ha pasado de 20 refugios en verano de 2021 a 74 refugios en 2023.