Las Bolas de Dragón no están escondidas en los distintos planetas de la serie, ni son Son Goku y Vegeta sus principales buscadores. Las Bolas se esconden en Vilademuls, un pequeño pueblo de la provincia de Girona, a donde desde hace un tiempo se acercan cada fin de semana decenas de turistas para intentar encontrarlas y, ¿quién sabe? alcanzar el poder.
Vilademuls, con 845 personas censadas, en la comarca del Pla de l’Estany, ha creado una ruta para encontrar Bolas de Dragón escondidas por el municipio. Las Bolas son, en realidad, balas de paja pintadas por el ilustrado Quim Miró (@cru_art), vecino del pueblo, que ha hecho con sus pinturas si pequeño pueblo de nacimiento se convierta en el centro de las miradas.
La idea empezó como una broma interna. Los vecinos de Vilademuls se fotografiaban delante de unas balas de paja para las fiestas. De ahí empezaron a pintarlas y de ahí hasta esta edición. Cada Bola de Dragón incluye un código QR donde un acertijo lleva a la siguiente pregunta.
Jordi Ginabreda, vecino del municipio e impulsor de la idea explica que están sorprendidos por la acogida del juego. «Las preguntas de la gimcana son con referentes muy propios del pueblo, por lo que los visitantes no pueden saber las respuestas».
Esto ha conllevado una consecuencia bonita: Los turistas interactúan con los vecinos para saber más, provocando un acercamiento aún más profundo al municipio.
Para quien quiera acercarse a Vilademuls el funcionamiento del juego es simple. Hay que encontrar las 7 bolas de dragón y al dragón siguiendo las pistas de los códigos QR, y subir las fotografías a Instagram etiquetando al Ayuntamiento de Vilademuls (@ajvilademuls), al casal de joves(@xiringu_terradelles) y al artista (cru_art).
El 11 de septiembre se cierra la campaña y el 12 se sortearán varios premios entre los participantes. Catas de quesos, de jamones… Los ganadores no podrán, quizás, convocar al dragón, pero al menos podrán volver a pasar un buen rato en Vilademuls.