
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado el cierre inminente del polémico supermercado 24 horas que abrió este verano en un edificio de Rambla Catalunya que había sido la antigua sede de Economía de la Generalitat.
El establecimiento, que ocupa los bajos de la casa Heribert Pons, un edificio modernista catalogado como Bien Cultural de Interés Local ubicado en el número 19-20 de la Rambla Catalunya, ha sido denunciado por operar sin permisos. Además, el ayuntamiento ha explicado que ha expedientado al local por haber realizado obras sin autorización y que además desarrollaba la actividad sin la licencia pertinente.
Por eso, fuentes municipales han informado a medios como La Vanguardia que el siguiente paso será dictar una orden de cese y notificarla a los propietarios del negocio. Si no cumplen voluntariamente en los plazos establecidos, el Ayuntamiento procederá a la clausura forzosa del local.
Un supermercado polémico
El establecimiento se convirtió en verano en el centro de un intenso debate, no solo por la presunta ilegalidad (ahora confirmada) de su operativa, sino también por el modelo de ciudad que viene a representar. El supermercado, un establecimiento 24 horas, generó por el valor histórico del edificio en el que se encontraba y por el poco valor añadido que aportaba un tipo de negocio que abunda en la zona y que está destinado, mayoritariamente, al turismo.
La teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, ha señalado que el Ayuntamiento nunca permitió la apertura ni las obras en este local protegido, y el alcalde, Jaume Collboni, defiende que los procedimientos de inspección se iniciaron y sanción tan pronto como se detectó la irregularidad.
Este episodio es uno más de las tensiones que vive la ciudad en los últimos año en torno al turismo y el modelo de ciudad. Desde las manifestaciones contra el turismo masivo a las tensiones vividas en el Park Güell a raíz de los actos de la Copa América,