Que el frío, la nieve y las lluvias de los últimos días no te lleves a engaño: Catalunya sufre una de las peores sequías de su historia. El 29 de febrero la Generalitat dictaba la entrada en fase de excepcionalidad del abordaje de la sequía, tras 25 meses sin lluvias importantes en los nacimientos de los ríos.
Las nuevas medidas implican al sistema Ter-Llobregat (que abastece a varias comarcas de Barcelona y Girona) y al acuífero del Fluvià Muga (que abastece al Empordà), afectando directamente a casi seis millones de ciudadanos de 224 municipios. La intención es reducir el repartimiento de agua para los habitantes, teniendo en cuenta el riesgo de desabastecimiento futuro, ya que se acerca la primavera con un volumen de reservas muy bajo, del 28%.
Después de aplicar toda una serie de medidas en noviembre (como regar más de dos días por semana o llenar las fuentes ornamentales con agua potable) ahora la Generalitat pasa a la siguiente fase e impone nuevas restricciones.
¿Qué medidas se aplican y cómo afectan a Barcelona?
Las medidas aplicadas por la Generalitat afectan a 224 municipios, de 15 comarcas y cerca de 6 millones de habitantes, entre los que se encuentra la comarca del Barcelonés y el municipio de Barcelona.
Riego de vegetación y llenado de piscinas y fuentes
Los barceloneses no notarán de entrada, al menos en su día a día, las restricciones, excepto los que tengan jardines, ya que no los podrán regar, y los que tengan piscinas, que no podrán vaciar y llenar. Lo campos de fútbol quedan exentos de esta prohibición.
Las fuentes ornamentales y las piscinas tienen prohibido ser rellenadas desde noviembre, al igual que , lagos artificiales y otros elementos de uso estético del agua, excepto lagos artificiales que hagan de soporte vital de vida acuática, donde se permite el mínimo uso del agua imprescindible para el su mantenimiento.
Además, el Ayuntamiento dejará de regar el césped de la ciudad. El riego de la vegetación barcelonesa se hace con un 80% de agua potable y un 20% de agua freática. Como ahora solo se puede usar la freática, se reservará al riego solo al arbolado y plantas arbustivas.
Limpieza de las calles
Se prohíbe limpiar las calle con agua potable, excepto si la limpieza es resultado de un un accidente o incendio, o bien existe un riesgo sanitario o un riesgo a la seguridad vial. En el caso de Barcelona, la limpieza se mantiene prácticamente igual ya que se realiza con agua freática, no potable.
Limitaciones en el consumo de agua
El consumo medio de agua de cada barcelonés es de 106 litros al día, una tendencia decreciente desde los 113 de 2008. Las nuevas medidas fijan un límite de 230 litros diarios, por lo que los barceloneses no notarán, de momento, esta limitación. La media barcelonesa está bastante por debajo de la española en este sentido, que es de 140 litros por persona y día.
La Generalitat dispone de una página web dedicada a la sequía donde seguir la evolución de este fenómeno y consultar todos los datos necesarios y las medidas aplicadas.