Los calçots, ese ritual de temporada que tan poco se entiende fuera de Catalunya y que tanto nos conmueve por estas tierras (tanto que hasta se hacen croissants con ellos). Una excusa más para juntarse con los tuyos. Un ritual de temporada que se extiende cada año entre noviembre y abril según la IGP (Indicación Geográfica Protegida) Calçot de Valls.
Y los calçots, esa cebolla cultivada de forma que crezca hacia arriba, están muy bien, pero la verdadera esencia de la movida es la salsa. La salsa calçot, claro, que no es lo mismo que la salsa romesco.
Podríamos posicionarnos en este debate y defender que la salsa calçot es, para entendernos, una salsa romesco con ñora. Pero no compete ahora dirimir debates de nomenclatura. Aquí hemos venido a comer. Y corre que se te acaba la temporada.
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Por si quedaba duda, ahí te van los ingredientes:
1/2 kg tomates maduros al horno
100 ml AOVE
3 ajos al horno
2 ajos crudos
1 cayena al horno
3 ñoras
100 gr de almendras y avellanas
Perejil
Vinagre
Pimentón dulce
Sal