
Poco imaginan las personas que ahora suben al Dragon Khan de Port Aventura que faltó muy poco para que el mismo lugar que ocupa ahora la atracción del dragón lo ocupara el castillo de Walt Disney. Hace 25 años, después de una negociación muy ajustada, Mickey Mouse y el Pato Donald se marcharon a París, pero estuvieron muy y muy cerca de instalarse en Tarragona y cambiar para siempre la historia del turismo de este país.
Y aunque hoy este relato queda muy lejano, en su momento la decisión se vivió casi como una final. En este reportaje conmemorativo de Televisión Española se puede ver la ilusión con la que los vecinos, que hasta entonces «solo habían recibido centrales nucleares», esperaban la llegada de un parque de atracciones que le había de cambiar la cara a la costa sur de Catalunya.
Una país de otra época
Aunque hoy los parques de atracciones se han convertido en una fuente de ocio común, a principios de los ochenta, cuando empezó a germinar la idea de traer el parque al país, el concepto, nacido en Estados Unidos, no estaba extendido en España. Fue por ello que el gobierno socialista de entonces consideró atractiva la idea de atraer a este tipo de turismo y a una empresa, el gigante Disney, que ya había empezado unas negociaciones con Francia que, al principio, no acababan de ir bien.
Los dos países se disputaban a los representantes del ratón: los llevaron por las localizaciones que consideraban más adecuadas hasta visitar más de 200. Para Disney, los parámetros a tener en cuenta eran densidad de población, renta per cápita, número de turistas, climatología, infraestructuras, especialmente de transporte, etc. En España pasaron por Mallorca, la costa del Sol y la costa valenciana, hasta que se acabaron definiendo dos zonas, una cercana a Gandía y otra Salou-Vilaseca, la zona que más adelante acabaría siendo Port Aventura.

Y aunque la negociación fue larga, dura e igualada, al parecer los ejecutivos Disney tenían cierta preferencia por París, una ciudad mucho más instalada en el imaginario popular estadounidense que el sur de Cataluña. De hecho, Ignacio Vasallo, uno de los responsables de las negociaciones, explicacaba en este artículo que «las esposas de los ejecutivos Disney que viajaron a Europa, en uno de esos detalles pequeños que marcan diferencia, nunca visitaron Catalunya para parar directamente en París».
Y aunque hubo otros detalles bastante más importante, finalmente el castillo se fue a París.
España no es Estados Unidos
Las razones que decantaron el proyecto hacia el lado francés, siguiendo justamente sus parámetros, fueron la densidad de población (en una zona de 600 kilómetros en torno a Marne-la-Vallée vivían entonces cerca de 30 millones de habitantes), una mucho mayor renta per càpita, un turismo menos estacional y la facilidad de accesos, con el metro y sus accesos a pocos minutos. Finalmente, la proximidad del parque al centro de Europa había de facilitar la llegada de más visitantes.

Pero no fue así. Eurodisney fue un proyecto fallido casi desde el principio, un monstruo que solo fue rentable los primeros cinco años y que, desde entonces, da pérdida. Un éxito de visitantes -han pasado más de 320 millones de personas-, pero no de ingresos. ¿El motivo? España no es Estados Unidos. La cultura del parque de atracciones no ha calado tanto entre los europeos, que no duermen en los hoteles del parque durante una semana, si no que visitan las atracciones un día para luego irse a la cercana París a dormir. Un efecto de un modelo de negocio que, aún así, es un escaparate enorme para Disney en Europa casi tres décadas después.
Desde España, tras el chasco de la fuga del ratón, quedó el gusanillo, y de ahí la creación de Port Aventura, en una de las zonas pensadas para Disney, pocos años después. El parque del dragón, más humilde, parece llegar a fin de mes (con ayudas gubernamentales), por lo que este nuevo episodio de Bienvenido Míster Marshall fallido, parece no haber salido tan mal. ¿Quién sabe qué hubiera pasado si hubiera hoy, donde se ven esa montaña rusa de color rojo, se viera la silueta elevada de un castillo de ensueño?