Nou Barris es una auténtica mina. El distrito más desconocido de Barcelona es también el más humilde, y sus barrios esconden historias de lucha de generaciones de personas humildes que tuvieron que ganar palmo a palmo los derechos a vivir en una ciudad tan dignamente como cualquiera.
Hemos visto películas que hablan del centro de Barcelona, y aunque ahora algunas cámara empiezan a pasar por su periferia, los extremos de Barcelona aún están poco representados en el cine.
Por eso es una gran noticia el rodaje del «El 47», la película rodada en Torre Baró que explica como en los años 70 el barrio se rebeló contra el Ayuntamiento, que lo quería hacer llegar los autobuses hasta su casa. Y lo hizo por la vía directa, secuestró un autobús, el 47, y lo subió hasta la colina de Torre Baró para demostrar que su casa también merecía el transporte público.
Un rodaje donde los actores son los protagonistas originales
Mediapro rueda estos días en Barcelona “El 47”, el nuevo proyecto cinematográfico de la compañía escrito y dirigido por Marcel Barrena, protagonizado por Eduard Fernández y con Jaume Roures como productor y Laura Fdez. Espeso y Javier Méndez como productores ejecutivos.
En palabras de Marcel Barrena (director y guionista de las películas nominadas al Goya “Mediterráneo”, “100 metros” y “Món petit”) la película “es un homenaje a la clase obrera y a los hombres y mujeres que construyeron nuestras ciudades no solo físicamente sino también culturalmente”. Manolo Vital fue una de esas personas, y su papel estará interpretado por Eduard Fernández (ganador de tres premios Goya, una Concha de Plata del Festival de San Sebastián, tres premios Gaudí y tres Biznagas de plata del Festival de Málaga, entre otros reconocimiento).
Además, Clara Segura (“Mar Adentro”, “Creatura”), Zoe Bonafonte (“Escándalo. Relato de una obsesión”, “Amar es para siempre”) y Carlos Cuevas (“Merlí: Sapere aude”, “Smiley”) serán los otros protagonistas de la historia.
Pero, más allá de los personajes principales, los figurantes se han escogido en un gran casting realizado entre los vecinos y vecinas de Torre Baró, por lo que centenares de los mismos miembros del barrio, algunos que fueron incluso testigos en primera persona de la historia que se cuenta en la película, participarán en el rodaje.
La historia de una lucha contra la mentira
A fin y al cabo, los hechos fueron hace nada. En 1978 un icono del barrio, Manuel Vital, conductor de autobuses, se adueñaba de un bus de la línea 47, que circulaba entre Plaza Catalunya y Guineueta, para desmontar una mentira que el Ayuntamiento se empeñaba en repetir: Los autobuses no podían subir las cuestas del barrio montañoso de Torre Baró.
Con esta afirmación, el Ayuntamiento dejaba a su suerte y sin transporte público un barrio humilde y de autoconstrucción, donde los vecinxs, migrantes la mayoría del interior de España, se habían tenido que construir su propia casa.
Para luchar contra mentira, Vital se negó a acabar el servicio y subió con su autobús hasta Torre Baró, subiendo por el camino a los vecinos al vehículo, y ascendiendo con ellos las cuestas que el Ayuntamiento decía imposibles.
Vital acabó detenido, pero su acción sirvió para llevar, al cabo de dos años, el bus al barrio, confirmando que las luchas sirven, y devolviendo una parte pequeña de dignidad a un barrio cuya historia tendrá ahora el lugar que merece en una película que pondrá a Torre Baró en las pantallas que merece.