Si algún día paseas por calle de Lola Iturbe Arizcuren, en el barrio de La Verneda, verás un curioso edificio en construcción. Se trata de la promoción de vivienda pública Lola Iturbe Arizcure, un edificio de madera con un invernadero en el terrado y 24 árboles frutales que liderará la conversión de la zona en un barrio autosuficiente destinado a la vivienda asequible y que está cambiando la manera de entender la arquitectura.
Esta construcción de La Verneda es solo un ejemplo, el más cercano, de los 51 que muestra la exposición «Sueña la ciudad», que desde el 22 de marzo al 11 de junio mostrará en el Palau Robert proyectos arquitectónicos de todo el planeta que están imaginando y construyendo un mundo futuro mejor.
Arquitectura para todxs
La arquitectura y el urbanismo son dos de las disciplinas que más influyen en nuestra vida diaria, en tanto que construyen nuestros edificios y diseñan nuestras ciudades. Sin embargo, ambas artes se nos hacen ajenas y no abundan los espacios donde acercarlas y hacerlas comprensibles a todo el mudno.
De ahí la premisa de esta exposición: intentar ofrecer imágenes que ayuden a imaginar un futuro urbano mejor, desterrando todo pesimismo con la idea de ganar el futuro o volverle a dar forma a partir de nuevos valores que surgen, y que la exposición sintetiza en tres revoluciones, que son las tres salas principales de la exposición: una Revolución Verde, una Revolución Digital y una Revolución de la Identidad (género, feminismo, inclusión).
A través de estas salas se muestran esos 51 proyectos que sueñan con cambiar el mundo, y que no solo se pueden mirar desde fuera, sino que también permiten entrar. Las diversas instalaciones inmersivas e interactivas de la exposición permiten ver desde jardines con animales que estáb obligados a migrar a causa del cambio climático o jugar a construir con Minecraft una ciudad soñada.
La reconversión que está haciendo el teatro de La Scala en Milán de una zona industrial deprimida en un distrito cultural o el invernadero construido en la sala de espera del aeropuerto de Singapur son solo algunos ejemplos lejanos. Pero no hace falta viajar tanto. A la salida podemos coger el metro en la puerta del Palau y plantarnos en La Verneda a ver cómo se construye el futuro.