Estamos más que acostumbrado a ver el gris de las palomas, el blanco de nuestras gaviotas y el verde de las invasivas cotorras. Pero este invierno unos nuevos pájaros blanquinegros se han instalado en la ciudad, añadiendo color (y misterio) a la paleta de la fauna barcelonesa.
Pero que sus colores no te engañen. Aunque su plumaje sea blanco y negro, y su aspecto similar al del un pingüino, las nuevas aves de la ciudad no son pingüinos, sino alcas –gavot, en catalán-, un ave del norte de Europa que emigra en invierno a aguas más cálidas.
Aquest gavot va ser recollit a Badalona per Xavier Larruy (foto) i lliurat als #agentsrurals. Al Centre de Recuperació de Torreferrussa s'ha intentat salvar-lo però va morir ahir. Presentava una pèrdua de musculatura no recuperable. Els ocells estan arribant molt dèbils pic.twitter.com/XsBRr1dN9n
— Pelagicus (@pelagicuscat) November 24, 2022
Y aunque es habitual que estas aves pasen por Catalunya en su migración, es la primera vez que unas alcas se instalan en el puerto de Barcelona. Como explica el director del Zoo de Barcelona en un artículo de El Periódico, estos pájaros no son una especie en peligro, y es común verlas en el Mediterráneo, aunque normalmente escogen zonas con menos presencia humana.
El ave que parecía un pingüino y que llegó exhausta a la ciudad
La aparición de las alcas ha llamado la atención por el parecido de estas aves con los pingüinos. Tanto por su aspecto como por su característico color blanco y negro, las alcas recuerdan a las aves polares. Pero lo cierto es que no tienen relación. No solo no son de la misma familia, sino que las alcas, por ejemplo, pueden volar, cosa que los pingüinos no.
El 5,2% de les observacions de gavot d'https://t.co/Mqcs1IQ2Cj d'aquest mes són d'ocells morts (només 1 de 1170
en anys anteriors). Senyal inequívoca de la debilitat en què ens arriben molt ocells 🆘 Recordeu informar morts/ferits a https://t.co/Mqcs1IQ2Cj i 112 d'ocells dèbils! https://t.co/U4oOQMvJAU pic.twitter.com/yL8SEuug3z— ICOcells (@ICOcells) November 28, 2022
Este año, el avistamiento de alcas en la cota catalana es mayor a lo habitual, y eso tiene que ver con las condiciones climáticas en las que han desarrollado su migración. Las fuertes tormentas atlánticas de mediados de noviembre las han hecho llegar muy cansadas a nuestro litoral, obligándolas a descansar y haciendo, de hecho, que se hayan encontrado varios ejemplares muertos.
Las aves del Port Olímpic llevan una semana instaladas en la ciudad a la espera, se supone, de continuar su migración. Desde el Zoológico piden dejar a los animales tranquilos y no alimentarlos, y respetar a las alcas que puedan avistarse en la costa catalana.