Desgraciadamente, a día de hoy, todavía hay muchos espacios de la ciudad dónde las barcelonesas no nos sentimos seguras. Las razones son múltiples, desde calles poco iluminadas y desiertas a zonas de concentración locales de ocio nocturno, pero Barcelona sigue contando con muchos espacios inseguros para las mujeres y el colectivo LGBTIQ+.
En el Poblenou, lxs vecinxs organizadxs a través de La Filadora, la asamblea feminista, y el Nus, el sindicato de barrio, han decidido denunciar esta situación señalando más de 20 lugares del distrito por los que el miedo a pasar solx es un miedo real.
Según explican, esta preocupación no es «casual ni personal», sino que es el propio urbanismo el que permite que haya estos puntos negros, como sería el caso del 22@, dónde se encuentran la mayoría de las zonas afectadas.
Además, consideran que la ciudad no es un espacio neutro y que en ella se desarrollan y se despliegan «relaciones de opresión y privilegio» que condicionan la propia experiencia en el espacio público.
Aparte de elaborar la cartografía del barrio, la campaña de denuncia también ha señalizado estos lugares con carteles para visualizar la situación, y advierten al observador de que se encuentra en el «triángulo nocturno».
Con estas acciones, las feministas del Poblenou han querido hacer suyo el lema «el miedo tiene que cambiar de bando» advirtiendo que no serán ellas quienes tengan que vigilar, sino que tendrán que ser los agresores los que vayan con cuidado.