La calle Pelai ya no es (solo) una calle para irse de compras, ahora también es un lugar para admirar arte. La primera galería de arte al aire libre de Barcelona es una instalación de realidad aumentada. Las personas que caminen por esta céntrica calle de la ciudad pueden estar pasando por encima de una obra de arte sin saberlo, ya que en esta galería las obras están en la nube. Para verlas tendrán que sacar su móvil y enfocar en la dirección correcta.
Como si fuera magia, la Pelai Virtual Gallery aparecerá en sus pantallas, mostrando la exposición Hacking the City, donde artistas como la diseñadora Marina Salazar, creadora de la Tetamundi que acompaña a Rigoberta Bandini en sus actuaciones; Jan Barceló, ilustrador y diseñador gráfico, o la diseñadora futurista Magdalena Mojsiejuk exponen lsa obras desarrollan su obra en diferentes ámbitos artísticos.
La iniciativa de poner este museo fuera de la norma en marcha es de Pelai i rodalies, la asociación de comerciantes de la calle Pelai, que han buscado dinamizar la misma con la ayuda de eXplorins, especialistas en proyectos de marketing experiencial.
Mirar, tocar, comprar
Una vez tengamos la galería en nuestras pantallas, los visitantes de esta expo virtual pueden hacer lo que se hace en una galería: admirar la obra, rodearla, apreciarla o comentarla. Pero además, aquí, pueden jugar con ellas: aumentarlas, reducirlas o incluso, obviamente, atravesarlas. Y como en otras galerías, la obra se puede comprar. En este caso, lo que se adquiere es un NFT, un certificado de esta obra virtual. Realidad aumentada, blockchain y NFT’s para un proyecto que busca extender la realidad analógica urbana con otros tipos de realidades.
Y como este camino es de ida y vuelta, parte de los beneficios de los NFT irán a parar a Tot Raval, omento de la convivencia y la participación asociativa en el Raval, de forma que la vertiente social del proyecto también esté presente.