¿Cómo puede afectar la intervención urbanística a la seguridad vial y la contaminación de un barrio? Con esta premisa, la Universidad Autónoma de Barcelona acaba de publicar un estudio en el que a partir del análisis de las intervenciones tácticas como las superillas o los nuevos espacios verdes en el Eixample, determina cuáles son las zonas con más contaminación y siniestralidad de este distrito. Y hay una clara ganadora: el carrer Aragó.
Según el estudio TRANSEQUI, que se puede consultar aquí, esta vía destaca por encima del resto como la que mayores índices de contaminación acústica, medioambiental y siniestralidad presenta en todo el distrito.
Mientras que en 2009, la calle más ruidosa del Eixample era Balmes, el paso del tiempo ha hecho que Aragó sea la que domine las estadísticas desde 2017.
En global, la tendencia de contaminación se sitúa a la baja, pero se trata de un periodo de 4 años, 2018-2022, y con el impacto del covid-19 entre medias, que hizo descender los niveles de contaminación en la ciudad por la paralización de gran parte de la actividad económica.
El estudio se centra en el dióxido de nitrógeno (NO2) y en las partículas finas (PM 2.5) como unidades de medida principales en el apartado de contaminación.
Lo que sí que parece estar claro a raíz del estudio es que la intervención urbanística táctica y la peatonalización mejora la siniestralidad en las zonas intervenidas.
Wellington, la mejor zona del Eixample según este estudio
Con apenas siniestralidad, la calle Wellington y su entorno son las que mejor paradas salen de este estudio, que la sitúa como la calle con menos ruido, menos contaminación (junto con Parlament, Aldana, Marquès de Campo Sagrado, Buenaventura Muñoz) y menor número de accidentes.