La Barcelona del Slow Food, la dieta Mediterránea, los restaurantes de estrella Michelin y los productos de proximidad, contra la Barcelona de la hamburguesa, la obesidad, la deforestación o el ultracapitalismo. Esta es la dicotomía que Miralda, uno de los artistas más importantes de la historia de Barcelona, busca criticar con McCelona, el proyecto con el que quiere dar una colleja a la ciudad por acoger la convención anual que McDonald’s.
Es la primera vez que esta convención se celebra fuera de Estados Unidos, y al artista le chirría que, en una Catalunya que en 2025 será la región Mundial de la Gastronomía, se acojan eventos que, a su entender, chocan con la gastronomía hacia la que hemos de caminar.
Por eso ha convocado una acción abierta a todo el mundo (o varias, queda margen) para protestar de forma artístico-lúdica-reivindicativa contra este concentración, de forma que cualquiera pueda sumarse a decir no a la «mcdonalización» de Barcelona.
McFlyer: cómo participar en la acción de protesta
La protesta de Miralda será como todas sus acciones, más artista que activista, y por eso ha diseñado unas patatas fritas de papel, las McFlyer, con mensajes sobre el impacto negativo de la industria que representa McDonald’s.
El artista ha convocado a quién quiera unirse este 8 de abril de 18h. a 21h. en la galería del artista Juan Naranjo (Jardins de Montserrat, C/ Rocafort amb Rosselló) para recoger estas patatas fritas reivindicativas para luego, los días 9 y 10 de abril, dirigirse a alguno de los McDonald’s de la ciudad para lanzarlas frente al local y haciendo una ofrenda simbólica -e irónica- de «McConfeti».
De esta manera, quien quiera podrá, como explican desde Food Cultura «apropiarse y distorsionar los monumentos más emblemáticos de Barcelona. transformarlos en “un objeto cultural para consumir” y presentar, con ironía amarga, una ciudad que se deja invadir sin resistencia». Es decir, decir un «no» alto y claro a la llegada de McDonald’s a la ciudad.