Barcelona es la ciudad del guiso y Catalunya la capital del xup-xup. Y si hace un par de días sabíamos que el mejor restaurante de esmorzars de forquilla estaba en Barcelona, ahora tenemos que sumarle otro título: los mejores callos del mundo se comen en L’Hospitalet.
El restaurante L’Artesana Santa Eulàlia (Carrer de l’Aprestadora, 9), en L’Hospitalet, regentado por Romina Reyes, Pau Pons y Héctor Barbero, acaba de ganar el VIII Campeonato del Mundo de Callos Pedro Martino, celebrado dentro del congreso San Sebastian Gastronomika 2025. Su plato, una fusión entre tradición riojana y toque catalán, conquistó al jurado —encabezado por Benjamín Lana— por ser “una receta original, bien ejecutada, fina y con garra, en un concurso donde predominaba la ortodoxia”.
La receta ganadora: entre La Rioja y Catalunya
Lejos de las fórmulas más tradicionales, el trío de cocineros ha reinventado los callos a la riojana, incorporando un guiño local: capipota catalán (morro, careta y pies de vaca) y garbanzos, el único guiso del certamen que los incluía este año. El resultado: un plato meloso, fluido y con un punto picante, que ha sobresalido entre los diez finalistas.
Y lo mejor, una ración de sus callos cuesta solo 10,50€, así que es asequible para todos los públicos.
El galardón llega justo cuando el proyecto empieza a consolidarse. El proyecto empezó en Poblenou, ofreciendo comida casera a precios populares (de hecho, su menú es uno de nuestros preferidos en Barcelona), y ahora se ha extendido a L’Hospitalet, confirmando que son una de las joyas gastronómicas de Barcelona.
El Campeonato del Mundo de Callos, organizado por el chef Pedro Martino, selecciona cada año a los diez cocineros que mejor preparan este plato en todo el país. En esta edición participaron nombres como Cristina Rei (La Gitana, Gijón), David Morera (Deliri, Barcelona) o Lucía Fernández (La Tabernilla de Oviedo). Casi todos apostaron por versiones clásicas, sin legumbres y con salsas prudentes… excepto L’Artesana, que se atrevió con garbanzos y ganó.
Y ya que estás, aprovecha, y date una vuelta por las mejores vermuterías de L’Hospitalet, y descubre un pequeño paraíso gastronómico a golpe de metro de Barcelona que es una de las joyas más desconocidas de la ciudad.