Tenía sentido, y por suerte se ha puesto en marcha. En un contexto de crisis en el que los precios de la electricidad no paran de subir, y muchos han sufrido en invierno y en verano por no poder usar la estufa o el aire, hubiera sido extraño ver que las luces de navidad iluminasen con la fuerza de antes.
Por eso, tiene sentido que el festival Llum BCN, que ilumina desde hace unos años el Poblenou, ha anunciado que se adaptará a la crisis reduciendo instalaciones e intensidad.
El foco de la fiesta, que se celebrará en febrero, está puesto en la sostenibilidad, y desde la organización han explicado que buscarán que se reduzcan el número de instalaciones y su intensidad lumínica. También han dicho que se trabaja para que buena parte de las instalaciones estén conectadas a la red de Barcelona Energía, el operador público eléctrico metropolitano.
El anuncio viene después de que el Ayuntamiento de Barcelona también haya adelantado que las luces de navidad brillarán una hora menos cada día para ahorrar energía.