
Un nuevo mirador en uno de los edificios más privilegiados de Barcelona. Después de dos años de reformas (con una polémica lona de Samsung cubriendo este edificio medieval), la catedral de Barcelona ha reabierto hoy, por fin, con su interior y su exterior reformado.
Pero no solo eso, la reapertura ha traído consigo un nuevo espacio, el de las azoteas del edificio, que se han convertido en un nuevo mirador que ofrece una visión panorámica de Barcelona y que está incluida en la entrada general.
Hasta ahora, la visita solo permitía el acceso a la parte central de la azotea, que no tenía vistas de 360 grados. El espacio, que ha recuperado el pavimento original y ha mejorado el acceso con nuevas escaleras y barandillas, permite que ahora la visita se amplíe incluyendo el acceso a una zona más amplia con mejores vistas.
En el interior, se han refromad doce vidrieras del deambulatorio (la parte posterior al altar) de los siglos XIV y XV. El tiempo y la polución las habían estropeado, por eso la operación ha sido integral: se han desmontado, reparado, repuesto y reforzado para recuperar su color y aspecto original.
La visita a la catedral, que incluye la entrada al Coro, acceso a la azotea, a la sala Capitular, al Museo Diocesano de Barcelona y una audioguía virtual, se puede comprar a través de su web por un precio de 14 euros (seis euros para los menores de doce años y gratuito para menores de tres).