Detroit, la ciudad más industrial de Estados Unidos, es la cuna de una de las pizzas más desconocidas en Barcelona. Por tanto, no podía ser de otra manera: el primer local de pizzas estilo Detroit de la ciudad ha abierto en el barrio más parecido a Detroit de todos los que tenemos, el Poblenou, el barrio industrial, el antiguo Manchester catalán.
Allí, en el bajo del primer hotel de la cadena Hoxton, una pizzería sirve pizzas que tienen 3 dedos de alto y que son cuadradas y no redondas. Las cuatro esquinas del rectángulo esponjoso que llega a la mesa son las que dan nombre a Four Courners y las que hacen cambiar la idea que tenemos de pizza y ampliar nuestro horizonte.
Conocemos la pizza napolitana, redonda y bien fina; la romana, crujiente o la argentina, quizás, la más parecida a la de hoy, esponjosa y golosa. La de Detroit sube dos pisos más, y llega en una fuente metálica, donde se cocina, cubierta de toppings gochos que esconden una masa gruesa y alveolada, bastante ligera para lo que promete su tamaño. El artífice de la masa de Four Corners es Anthony Falco, pizzaiolo estadounidense profeta en su tierra, autor de libros sobre la pizza e innovador reconocido.
Suyas son algunas pizzas locas como la vodka meatball, con albóndigas, salsa de vodka, parmesano, pecorino, cheddar y albahaca, la carbonara o la de mortadela con pesto de pistachos. Verdaderas bombas que sirven para saciar a más dos si se pide el tamaño grande y que se pueden acompañar de algunos embutidos italianos o la parmigiana de berenjenas. Para beber, vinos y cervezas naturales y artesanales.
📍 Avinguda Diagonal, 205 (Dentro del hotel The Hoxton)