En la eterna competición entre Madrid y Barcelona Antonio López lo tuvo claro: Madrid fue siempre su ciudad fetiche. El máximo exponente del realismo español en la segunda mitad del s.XX tuvo en la capital su ciudad fetiche. Quizás por eso López, nacido en 1936, tardó casi un siglo en pintar la ciudad.
Lo hizo por primera vez en 2022, con una serie de cuadros, uno de ellos sobre la Gran Via, que ahora vuelve a Barcelona formando parte de la primera gran retrospectiva en la ciudad del máximo exponente del realismo español de la segunda mitad del s.XX.
La exposición «Antonio López» reúne una selección de unos ochenta obras —entre pintura, escultura y dibujo— procedentes de diferentes colecciones públicas y privadas, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid; la Fundació Sorigué, de Lleida, el Hamburger Kunsthalle; el Baltimore Museum of Art y el Museum of Modern Art de Nueva York, entre otros.
Es la primera exposición monográfica retrospectiva que se presenta en Barcelona, y permite trazar un recorrido por la trayectoria artística de Antonio López a lo largo de siete décadas de trabajo, desde las primeras obras de juventud, de los años cincuenta, hasta su producción más reciente.
Estructurada en bloques temáticos, la muestra pone de manifiesto cómo ciertos motivos sobre los que el artista reflexiona persisten y, al mismo tiempo, evolucionan a lo largo de su carrera: los interiores domésticos, los paisajes y las vistas urbanas -principalmente de Madrid-, las naturalezas muertas o la figura humana.
La exposición está organizada por la Fundació Catalunya La Pedrera, en colaboración con el Drents Museum de Assen (Países Bajos), y se podrá visitar en La Pedrera de Barcelona a partir del 22 de septiembre y hasta el 14 de enero de 2024.