Es un experimento, pero puede ser el inicio de algo que, hasta hace poco, parecía una utopía. La renta básica universal es una realidad cada vez más cercana, y un buen ejemplo de ello es que el año que viene Catalunya ya empezará a aplicarla.
Será con una prueba piloto que empezará en 2023 y durará hasta 2025. Durante dos años 5000 catalanes adulto recibirán 800 euros al mes, y 300 por cada menos de edad a su cargo, y se estudiará cómo cambian sus vidas, sus entornos, su consumo, etc. y, en definitiva, si esta medida es una forma real de acabar con la pobreza.
¿Cómo funciona el experimento?
De los 5000 seleccionados, 2500 personas se escogerán de forma aleatoria. Las otras 2500 personas serán vecinas de dos pueblos de entre 1200 y 1400 habitantes de dos provincia distintas, aún por anunciar.
Los pueblos tendrán características similares a la media catalana en cuanto a tasa de paro, renta media por persona, índices de desigualdad, etc. Según explica un artículo en El Periódico, se ha aplicado un método estadístico llamado Control Sintético, que busca que los parámetros actuales coincidan con las tendencias de los últimos años.
Antes, durante y después de la entrega de la renta se hará un seguimiento para ver como este proyecto afecta no solo a los beneficiarios de la ayuda, sino a todas las dinámicas socio económicas de su entorno.
El proyecto está pendiente ahora de que se aprueben los 40 millones anuales que necesita para anunciar los beneficiarios e implantar la medida el próximo año.
Un proyecto pionero a nivel mundial
La renta básica universal ha sido señalada en los últimos tiempos, por algunos sectores, como la única medida eficaz para acabar con el aumento de personas que se acercan o traspasan el umbral de la pobreza.
Cualquier catalán puede recibir la prestación, independientemente de sus ingresos o su situación socio económica, quedando exentos solo las personas que ingresan más de 45000 euros brutos al año o que pagan el impuesto de patrimonio, o sea, el 10% de la población más rica.
El proyecto es pionero a nivel mundial. Aunque se han realizado pruebas similares en distintos lugares, jamás una prueba se ha aplicado de forma estrictamente universal.