Los bloques de hormigón que han delimitado las terrazas provisionales de los bares durante la pandemia barcelonesa pasarán pronto al pasado. Con el fin del coronavirus el Ayuntamiento se ha puesto manos a la obra para normalizar la situación de tantos establecimientos hosteleros en la ciudad que tuvieron que instalar terrazas provisionales para sobrevivir.
Hace un mes finalizó el plazo para pedir la regularización de las terrazas, y por eso en los últimos días el consistorio ha empezado a retirar de las calles aquellas que no se acogieron a esta consolidación y desde el Ayuntamiento se ha asegurado que este tipo de terrazas se irán retirando «poco a poco» hasta acabar con todas y eliminar, ya sea gracias a la regularización o a la consolidación, los famosos bloques de hormigón.
Aunque no se tienen cifras se calcula que más de 3000 locales han pedido regularizar la situación de sus terrazas para afianzarlas, un número que sin duda ha crecido por el salvavidas que estas terrazas suponen hoy en día para muchos negocios, y porque durante el 2022 la tasa municipal para los veladores aún disfruta de un 75% de descuento. De hecho, se calcula justamente que quienes no han solicitado la renovación lo han hecho porque calculan que, una vez finalizada esta moratoria, el aumento de precios hará inviable su mantenimiento.