
Seguro que ante esta pregunta, tienes una respuesta muy clara. Y es que es muy fácil si eres de Barcelona o has vivido aquí lo mínimo como para saber que hay una que gana por goleada. O quizás no. Porque ante la pregunta sobre cuál es la calle más larga de Barcelona muchos responderías sin pensarlo dos veces que la Diagonal. Pero lo cierto es que la calle del tranvía no encabeza esta clasificación, y es solo la quinta calle más larga de la ciudad.
El podio es, como seguramente ya sospechabas, de la Gran Via de les Corts Catalanes. Sus 13 kilómetros de longitud y 689 portales (con una enumeración que llega hasta el 1.198) la convierten en la calle más larga de Barcelona y , ojo al dato, también de España.
Eso sí, en cuanto a portales y habitantes, claro, porque la calle de mayor longitud en kilómetros es la Gran Vía de La Manga en La Manga del Mar Menor, una avenida que atraviesa toda la manga y que tiene 19 kilómetros de largo.
De hecho, somos una ciudad con calles muy largas. Extremadamente largas. Solo un dato: 14 de las 20 calles más largas del país están en Barcelona. Y no debería extrañarnos tampoco, ya que el diseño del Eixample de Ildelfons Cerdà no solo hizo de la ciudad condal una de las más cuadriculadas de todas las metrópolis del mundo, sino que además creó calles que se alargaban hasta donde alcanza el horizonte.
Además de la citada, las otras calles más largas de Barcelona son -por orden de más a menos – el Carrer de València, el Carrer d’Aragó, el Carrer de Mallorca, el Carrer del Consell de Cent, la Avinguda Diagonal, el Carrer de Provença, el Carrer de Muntaner, el Carrer del Rosselló, el Carrer de la Diputació, el Carrer de Balmes, la Avinguda Meridiana y la Travessera de Gràcia.
Una calle de nombre cambiante
Cuando se proyectó originalmente la Gran Via en el plano original del Plan Cerdá, el nombre que figuraba era «Letra N, Número 11». Menos mal que no ha seguido así hasta ahora, si no imaginad cada vez que tuvierais que nombrarla. Al final seguro que la acabaríamos acortando y llamándole «la ene».
Por suerte todo eso no hizo falta, en 1900 se le cambió el nombre por Cortes y en 1931 le ampliaron el mote a «Avenida de las Cortes Catalanas«. La llegada de la dictadura también se hizo notar, como en toda España, en el nombre de las calles. Así fue como le llegó su nuevo nombre, «Avenida de José Antonio Primo de Rivera«. Con el fin de la dictadura se volvió a bautizar con el nombre por el que la conocemos todos ahora.
Foto de portada: Flickr de Jorge Láscar