En el Carrer de Salomó ben Adret está la casa habitada más antigua de Barcelona. Paseando por las calles del centro histórico de Barcelona de vez en cuando te cruzas con algún callejón que parece diseñado por un arquitecto con agorafobia. Son esas calles estrechas por las que tú apenas cabes y de las que escapan los claustrofóbicos, pero que tan bien quedan en una postal y que no resisten nunca los focos de las cámaras de los turistas.
Las del Gótico son calles tan estrechas y recónditas, que ni aceptan el acceso de los Google Street View Trekers. Eso ocurre con la calle protagonista de la anécdota de hoy, el Carrer de Salomó ben Adret. Ni el Street View pudo entrar en ella. Y es curioso, porque guarda una de las reliquias más desconocidas y peculiares de Barcelona: la casa habitada más antigua de Barcelona.
Se encuentra en el número 6 de esta calle de la zona judía, haciendo esquina con el Carrer de la Fruita. Los primeros indicios de habitabilidad datan del S. XII. Desde entonces la casa ha pasado por todo. Desde el terremoto de 1428 (motivo por el que está inclinada) a su utilización como un burdel en la posguerra.
En el año 2000 la reformó un particular para usarla como domicilio privado. Y las reformas en el lugar no han terminado: hasta hace muy poco, la calle se llamaba Sant Domènec del Call. Así pues, irónicamente, la casa más antigua de Barcelona está en una de las calles con el nombre más nuevo.
La casa está, curiosamente, delante de la antigua sinagoga medieval, descubierta hace unos años y que es una de las más antiguas de Europa. Así, esta esquina del barrio Gótico es, sin duda, uno de los rincones más antiguos y con más historia de Barcelona.