
En lo que va de 2022, 36 mujeres han sido asesinadas solo por el hecho de ser mujeres. La guadaña de la violencia machista sigue matando a demasiadas personas, y aunque el feminismo pone esta realidad cada día más claramente encima de la mesa, los números nos demuestran que sigue siendo necesario tomar medidas para ponerle freno.
Por eso son de agradecer iniciativas como SHE Bistró, un restaurante que busca luchar contra la violencia machista y la desigualdad a través de la gastronomía. Un restaurante social donde las trabajadoras son supervivientes de la violencia de género y personas con diversidad funcional, que encuentran en este proyecto una forma de reengancharse a la vida que otras personas les quisieron quitar.
La comida como salvavidas
El término que se usa para definir a las personas que han sufrido violencia machista no es «víctima», sino «superviviente». Así se evita poner el foco en la victimización de las personas afectadas, para ponerlo en el futuro que tienen por delante una vez han sobrevivido a la violencia.
De la misma manera, las personas con diversidad funcional son personas que tienen habilidades distintas, no «discapacidades» que las colocan por debajo de nadie.
En SHE Bistró hacen suyas estas palabras, y forman a supervivientes y personas diversas para que tengan un futuro en la sociedad que un día las quiso víctimas e incapaces. Berta Argenté, cofundadora del proyecto junto a Patty Torres, explica que colaboran con diversas entidades sociales para acoger a las mujeres cuando están en la fase inicial de recuperación emocional del trauma de la violencia.
A partir de aquí, durante 4 meses, las nuevas trabajadoras de restaurante reciben una formación práctica como asistentas de cocina o sala en el restaurante durante 4 horas al día, a cargo de jefes de cocina y de sala profesionales
Una formación que se complementa con talleres formativos que giran en torno a tres ejes: la seguridad física, la libertad psicológica y la autonomía económica . Una vez acabada la formación, se espera que las trabajadoras puedan quedarse, en parte, a trabajar en SHE, y que otras estén listas para encontrar otros trabajos.
En su CV tendrán la experiencia de haber trabajado en un restaurante de cocina profesional, casera e internacional, en plena zona alta de Barcelona. También tendrán la formación recibida en los distintos talleres. Pero, sobre todo, tendrán el orgullo de haber sobrevivido a la sociedad que un día las anuló.
📍 SHE Bistró. C/ Santaló, 88