Está en las Galeries Maldà (Portaferrissa, 22) y es el templo del frikismo.
Las Galeries maldà, que de un tiempo a esta parte se han erigido en arcada del frikismo y en agujero negro del bolsillo de quienes veneran esta forma de religión profana, son el espacio que alberga el primer supermercado friki de España.
Lo de friki no es por llamarlo de alguna forma (quiero decir, no es como llamar supermercado asiático al Yang Kuang), lo de friki es porque es su nombre real. Este supermercado se llama Super Friki Market (lo conocemos, por cierto, gracias a este artículo de Ana Sánchez en El Periódico) y abrió sus puertas hace unos meses.
Y tiene exactamente lo que te imaginas: frikismo en dosis hiperbólicas. ¿Cereales de Super Mario? Cereales de super Mario; ¿botellines de hidromiel para tomarse unos cuantos e ir al Valhalla? Por supuesto; ¿Vodka Dracarys y licor de fuego valyrio para ponerte como un señor (como el señor de la noche)? La duda ofende; ¿ramen de Pikachu? Póngame cuatro.
También cabe decir que el adjetivo friki cabe también en su dimensión literal: aquí hay ositos de gominola 100 veces más grandes de lo habitual o grillos (por cierto, si quieres comer bichos en Barcelona, aquí un artículo) con sabor a barbacoa o cava con oro comestible.
Si el frikismo fuese una religión, el Super Friki Market sería el templo.