Una experiencia es el recuerdo que nos queda de ella. Los objetos sobreviven ante nuestros ojos, las experiencias perviven en la memoria. Nada como la comida, la bebida y su sentido asociado, el gusto, para definir esa diferencia: un objeto -el alimento- desaparece en nuestra boca para generar un sabor que dura mucho menos en la lengua de lo que luego se agarra a la memoria. Los sabores de lo que comimos de niños sobreviven mejor que la mayoría de los juguetes que usamos.
Uno piensa en este tipo de cosas cuando sale de Wine Will Tell y recuerda en lo que viene de pasar. En la cara una sonrisa por los grandes vinos que se acaban de probar, en la panza la satisfacción de haber disfrutado de una gran comida y en la cabeza cosquillas por sentir que lo que se ha vivido va mucho más allá de las dos primeras sensaciones, y que, del camino que han recorrido los vinos y platos que hemos probado, surgirán recuerdos importantes regados por todo lo aprendido durante la experiencia.
Wine Will Tell, la cata cuento
Dicho rápido y mal, Wine Wil Tell es una cata. Pero reducirlo a eso es quedarse corto y ser injusto. Wine Will Tell es, también, una clase de historia, una cena deliciosa, un cuento y una fábula. Pero sobretodo, Wine Will Tell es un viaje a la profundidad del vino, en el que entendemos que sumergirse en una botella es desbordarla para entender todo lo que ha pasado para que esa botella de vino exista.
En Wine Will Tell probaremos varios vinos y comida excelente, pero sobre todo aprenderemos de historia, de tierra, de variedades, de sociología, de política… El vino, como todo, tiene mil ramificaciones y conexiones, y cuánto más nos alejamos de él para entender estas ramificaciones más nos acercamos, paradójicamente, a entender el líquido que nos golpea la lengua.
En definitiva, un viaje guiado por Joan Carbó, exjefe del laboratorio de destilados del Celler de Can Roca, por todo lo que queda lejos del vino, para acercarnos a él y entenderlo, en sus palabras, «como un objeto de experimentación artística desde donde explorar y problematizar las perspectivas y realidades contemporáneas que nos rodean». Una experiencia mágica, un relato íntimo de donde se sale con la sensación de haber disfrutado de un momento único.
Tres viajes hasta el vino, y más allá
En la página de Wine Will Tell se muestran, hasta el momento, 3 catas (o cuentos, o viajes o experiencias….). Tres opciones para grupos reducidos en un espacio íntimo y secreto que se presentan con carteles de película, que ya anuncian que lo que se viene es más un relato que una cata.
«Terroir Ficción» es un recorrido de ida y vuelta entre el Garraf y la zona costera italiana de Cinque Terre partiendo de algo tan simple como una piedra. A partir de una burda roca, que será lo primero que tengamos en nuestro plato, Joan Carbó teje una historia en 6 actos que viaja por esos dos territorios en busca de algo de improbable, el sabor del vino de un terroir desconocido.
Por el camino, probaremos vinos muy buenos y comida excelente («Quiero que la comida sea buenísima, para que no distraiga del vino y del relato»), y durante dos horas, Carbó hablará, hilando conexiones insospechadas entre territorios y aportando una enorme cantidad de datos que se cuelan en el relato para hacernos entender que, quizás, una cata de vinos puede ser algo más que meter la nariz en una copa y aprender a usar palabras como «retrogusto».
Las otras dos historias de Wine Will Tell se llaman «Mar de Cariñena» y «Ruta Antiturística» y aún son un misterio para nosotros. Pero no nos queda duda de que a cualquiera que aprecie el vino o los cuentos (o sea, todo el mundo) disfrutará de unas catas donde, como pasa con los buenos relatos, las grandes experiencias y los vinos ricos, lo más importante empezará justo cuando todo acabe y empecemos a construir el recuerdo de lo que acabamos de vivir.