Bienvenido al día a día del barcelonés medio cuando trata con el no barcelonés medio.
Lidiar contra el estereotipo, explicar el significado de según qué palabra del catalán y dar clases de cultura o de idiosincrasia barcelonesa.
1 La lucha contra el tópico
Quien más quien menos se ha enfrentado alguna vez a aquello de: es que Barcelona es muy cara, es que si preguntas algo en castellano te responden en catalán, es que sois unos tacaños. Estos tres son los axiomas básicos que constituyen del estereotipo –irreal- catalán/barcelonés. O, al menos, el impuesto por el discurso oficial.
2 ¿Por qué le llamáis bikini al sándwich?
Es una pregunta efectuada por el foráneo avanzado: hace falta algo más que un finde en Barcelona (si no lo sabías) para saber que bikini es la forma mediante la cual denominamos al sándwich mixto.
Sea como fuere, la explicación (lo dijimos en este artículo) es la siguiente: El origen del nombre en términos de etimología popular reposa sobre una sala de baile barcelonesa: la Sala Bikini.
Estaba en Diagonal, se abrió en 1953, tenía una zona al aire libre, un minigolf y un bocadillo típico. Un bocadillo diseñado con el croque-monsieur francés como referente. Un poco al estilo de: cuando lo ves en Aliexpress versus Cuando te llega a casa. Aunque esta idea tampoco desmerecía -desmerece- el sabor: estaba -está- buenísimo.
3 ¿Por qué decís merci?
El turista, el visitante frecuente atemporal y/o el, de un tiempo a esta parte, habitante de Barcelona puede actuar de dos formas. Adoptar el merci a modo de coletilla como si la llevase usando toda su vida. O preguntar. En el segundo de los casos, lo hará con el prejuicio de “seguro que es así por el francés”.
Para este enigma también tenemos respuesta. En este artículo, te dijimos que el origen es incierto.
4 Sant Jordi es infinitamente superior a cualquier fiesta popular
Bueno, el adverbio de infinitamente tiene un sesgo subjetivo claramente marcado. Pero el buen barcelonés defenderá la autonomía e identidad de Sant Jordi a capa y espada. O, mejor, a libro y espada. O, mejor todavía, a libro y rosa. Sant Jordi es especial por distintos motivos, pero el aura inefable que emana la ciudad durante esta celebración es incomparable a cualquier otra festividad.
5 A ver cómo te explico las Fiestas de Gràcia
Puede ser que no sea la pregunta más habitual. En cualquiera de los casos, la definición de las Fiestas de Gràcia en un puñado de líneas o de frases metería a más de uno en un brete. Otra festividad popular inenarrable por su espíritu. Pero con una estética, una alegría y una identidad muy definidas. Hablamos, claro, de vecinos que se la pasan trabajando los 365 días del año (alguno menos si tenemos en cuenta que los únicos días que no se trabajan son los de pura fiesta) en el acicalamiento de la calle.
6 “He pedido un tercio y me han mirado mal”
Hombre, mal, lo que se dice mal, permíteme que lo dude. Te habrán mirado raro. Aquí no tomamos tercios (bueno, claro que los tomamos, ya entiendes). Aquí tomamos medianas. Y eso es así desde tiempos inmemoriales. Desde que tengo uso de razón. Una mediana y un bikini.
7 Sí, por desgracia casi sólo tenemos Estrella Damm o Moritz
Admitámoslo, salvo que sean ediciones concretas como la Epidor, la versión comercial de estas dos cervezas dejan mucho que desear. Nos puede el chovinismo cervecero, se nos ha hecho el paladar y todo lo que queramos. Pero lo cierto es que Estrella Damm y Moritz no son precisamente las mejores cervezas de España.
8 Los calçots, ¿qué son?
Si te hacen la pregunta en agosto, la mejor opción es callarse. No decir nada. Ni siquiera responder a cualquier otra pregunta que te haga la persona en cuestión. Esperar a noviembre. Con calma. Una vez abierta la temporada de calçots, reservas en una masía, metes en un coche a quien te haya hecho la pregunta, llegas hasta la masía, en el trayecto no le dices nada y una vez que estáis sentados a la mesa (ahora sí), lo dices: “Esto son calçots, pero lo mejor es la salsa”.
9 “Pero, entonces ¿el metro abre toda la noche?”
Sí. Toda la santa noche. Al menos los sábados, claro. Entre semana (salvo que haya partido del Barça, que eso es sagrao) cierra antes –a las 12-, pero los sábados. Ay, los sábados. Te puedes volver a la hora que buenamente quieras sin necesidad de cogerte un taxi. Minipuntazo positivo.
10 “¿Has estado en la Sagrada Familia?”
Agachas la cabeza, fijas tu mirada en un punto concreto, haces un esfuerzo por mentir, no te sale, coges aire, tragas saliva y dices con toda la entereza y vergüenza y valor que tienes dentro de ti: No. Y en la Casa Batlló tampoco, y en la Pedrera tampoco…
*Aclaración: queriendo evitar posibles malentendidos, cabe decir que este artículo está escrito contra alguien no barcelonés que lleva muchos años viviendo en Barcelona.