
Algo así como un nuevo Poblenou, calculamos. El «ámbito Prim», como lo llaman desde el Ayuntamiento, es una de las pocas zonas industriales que quedan dentro del término municipal de Barcelona y que ahora, gracias al proyecto de reurbanización que ha anunciado el Ayuntamiento, vivirá un proceso de cambio radical para convertirse, prácticamente, en un nuevo barrio para la ciudad.
La zona, lo dicho, conocida como el ámbito de Prim, en el distrito de Sant Martí, será un nuevo barrio que contará con 2.089 viviendas de titularidad municipal de un total de 3.360 pisos proyectados. Esta iniciativa forma parte de la gran transformación urbanística impulsada en torno a la futura estación intermodal de la Sagrera, que prevé la construcción de hasta 15.000 nuevos hogares.
1.000 casas más, decenas de fábricas menos: dónde estará el nuevo barrio
Para construir estos pisos el Ayuntamiento deberá derribar decenas de fábricas y edificios industriales que aún a día de hoy ocupan el sector. Por ello, el Ayuntamiento ha aprobado inicialmente el proyecto de reparcelación del sector, lo que permitirá iniciar la gestión del suelo y preparar las parcelas para su futura edificación. Si se cumplen los plazos previstos, la aprobación definitiva se alcanzará a inicios de 2026, los primeros derribos llegarán en 2027 y las obras de construcción comenzarán en 2029.
El nuevo barrio se levantará entre la ronda de Sant Martí, el Pont del Treball Digne, los carrers de Santander y Cantàbria, la rambla de Prim, la Via Trajana y el carrer de Jaume Brossa. El núcleo girará en torno a una gran plaza pública situada junto a la masía de Can Riera y la riera d’Horta, que será el principal espacio de encuentro del vecindario.
Además de viviendas, el plan urbanístico contempla la construcción de 21.656 m² de equipamientos públicos que incluirán una escuela bressol, un centro de salud, un centro cívico y cultural, un pabellón polideportivo y la ampliación del Institut Salvador Seguí. Este conjunto de servicios dará cobertura no solo al nuevo vecindario, sino también a los barrios colindantes como la Verneda i la Pau y Sant Martí de Provençals.
El diseño del ámbito fue el resultado de un proceso participativo y de un concurso público de ideas que ganó el proyecto Sínia-Tokio, del estudio Forgas Arquitectes. Su propuesta destaca por la integración del paisaje natural con el patrimonio existente y por ofrecer un espacio público de alta calidad.
El desarrollo del ámbito de Prim se enmarca dentro del macroproyecto urbanístico de la Sagrera, la mayor transformación de Barcelona en las últimas décadas. Este incluirá un parque lineal de casi 4 km sobre las losas ferroviarias, más de 500.000 m² de usos terciarios y zonas verdes conectadas con los nuevos tejidos residenciales. Se estima que toda la zona aledaña a la nueva estación pueda albergar hasta 30.000 nuevos residentes.