Seguro que alguna vez has pasado por delante de algún edificio de Barcelona, has mirado su fachada, y has visto unos dibujos que te han hecho preguntarte, ¿qué hace esto aquí?
Caminamos por la ciudad mirando al frente para sobrevivir, y así olvidamos que solo con levantar los ojos Barcelona ofrece un museo al aire libre con arte centenario. Si ya es un lugar común saber que bajo el suelo de la ciudad explica su historia cada vez que lo abrimos, ahora habrá que acostumbrarse a decir lo mismo de su cielo, que explica leyendas cuando doblamos el cuello para mirarlo.
Se trata de los esgrafiados, una forma de decoración nacida en el modernismo, que ornamentaba las fachadas de los edificios, la mayor parte de ellos en el Eixample, y que, todavía hoy, colorean 1.500 fachadas de la ciudad. Ahora podemos recorrerlos con «Barcelona Esgrafiada», un libro que es un paseo detallado por los 148 esgrafiados que adornan fachadas de edificios y palacios en diversos barrios de Barcelona.
El hombre que tardó 10 años en visitar 1500 dibujos
Lluis Duran, el autor del libro, empezó con 70 años y no ha sido hasta ahora, con 80, que ha publicado su minucioso recorrido. Con la pasión por la imagen del diseñador gráfico retirado que es, salió, cámara y libreta en mano, a documentarlos.
En su libro aparecen 158 grabados de los más de 1500 que hay. De estos, 800, más de la mitad, están en el Eixample. Pero todo, en un barrio u otro, esconden un tesoro de orlas, figuras, motivos florales, guirnaldas, cenefas e incluso anuncios publicitarios que, grabados en las fachadas, evocan la singularidad y elegancia de los edificios de la ciudad condal.
El libro está organizado por barrios, proporcionando mapas con la ubicación de cada edificio y fichas técnicas detalladas. Además, incorpora códigos QR para facilitar la localización de los esgrafiados, haciendo que la experiencia de descubrimiento sea aún más interactiva.
¿Qué es el esgrafiado?
El esgrafiado es una técnica de recubrimiento de las fachadas con distintas técnicas de pintura que se popularizó en Barcelona en el s. XIX.
La cuna del esgrafiado se encuentra en la Florencia del siglo XV, siendo los estucadores italianos quienes importaron esta técnica de decoración a Barcelona y Cataluña, principalmente a partir del siglo XVII. Sin embargo, no es hasta finales del siglo XVIII que encontramos los principales esgrafiados conocidos como setcentistas.
En la ciudad de Barcelona, muchos barrios exhiben esgrafiados en las fachadas de los edificios, destacando especialmente el barrio de Ciutat Vella como el núcleo histórico y el Eixample como la ciudad moderna. También se pueden encontrar esgrafiados en Gràcia, Sants, el Poble-sec, Sarrià, entre otros.
El barroco, el rococó y el neoclasicismo son las principales corrientes artísticas en las que se aplica el esgrafiado en las fachadas de palacios y viviendas multifamiliares, como en las fachadas del Palau Moxó, la Casa dels Quatre Rius y la Casa del Gremi de Revenedors, con guirnaldas y figuras angelicales, así como escenas alegóricas, mitológicas o costumbristas. Destaca la Casa del Gremi de Velers o Casa de la Seda, conocida popularmente como Casa Joan B.