La historia de La Mercè está, como no podía ser de otra forma, indisolublemente ligada a la de la ciudad de Barcelona. Corría 1867, Barcelona era asolada por una plaga de langostas, los ciudadanos se encomendaron a quien más tarde sería la patrona y la plaga cesaba.
Grosso modo ese sería el motivo por el cual La Mercè es (una de las dos) patrona de la ciudad. Y grosso modo, esa es la justificación que subyace tras el diseño del cartel de la festividad tan atípica. La rima o las similitudes entre la plaga de entonces y la emergencia sanitaria actual se descubre sola.
Una niña, representada como si fuera de otra época (quizás de los años ’40), usa una mascarilla y sostiene una langosta en la mano. La realización del cartel ha corrido a cargo de Reskate Studio.
Nahco Padilla, director creativo en el Ayuntamiento de Barcelona, ha señalado en una publicación de Linkedin que: “desde mucho antes de aquella ocasión y hasta hoy las fiestas han servido para conjurar los miedos, para festejar, aprender y compartir, para contarnos cómo somos y cómo queremos ser”.