Los cruceristas no paran de llegar a Barcelona. Eso es lo que nos confirman los datos del Port de Barcelona, que muestran que en el último cuarto de siglo los pasajeros de crucero se han multiplicado por diez.
De los 359.283 de 1997 a los 3.568.901 del pasado año, cuando se batió un récord histórico. Es decir: dos veces la población de Barcelona ciudad solo en turistas de cruceros.
Y esto parece que solo ha empezado. Los casi 1.000 cruceros que llegarán este año prometen otro récord, ya que, en el primer semestre del año los cruceristas ya superaban en un 6,2% los números del año pasado.
El crecimiento de cruceristas es imparable desde su inicio. En 1992, con los Juegos Olímpicos. empezó la actividad crucerística, y en 1994 ya se recogen 173.838 llegadas en 289 embarcaciones, según informa la ACN. A finales del s.XX se registraban 650.000 cruceristas, hacia 2010 unos 2,65 millones y los más de 3 millones en 2019, con un parón en la pandemia y un regreso fulgurante tras ella, en un puerto donde los barcos ya no aumentan de cantidad, pero sí de tamaño, permitiendo traer a más turistas todavía.
Y aunque Jaume Collboni, el alcalde de Barcelona, anunció, a su llegada a al alcaldía, la intención de limitar los cruceros en Barcelona, poco después se desdijo en una entrevista afirmando que busca «compensar la huella» que dejan, no disuadirlos de venir.