No sé ustedes, pero servidora a veces se debate entre la morriña del dulce de viejos (nos guste o no, el panellet es eso) y dejarse seducir por el atractivo marketing de la bollería contemporánea. Otras veces, quizá, una manzana y mucha agua cuando hay que depurar.
Pero el panellet conjuga tantos elementos emocionales (familiares, identitarios) que era inevitable recopilar nuestros favoritos. Ahí van.
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Pastisseria Mauri
Mauri lleva abierta desde 1929, y nadie dura tanto tiempo haciendo algo mal. En cuanto a sus panellets, los tienen de yema, de membrillo y de almendra.
Baluard
Nacida en La Barceloneta (en la misma calle que le da nombre), esta panadería es una de las mejores de Barcelona y sus panellets no iban a ser menos. Desde el clásico hasta los de pistacho. Imperdibles.
Forn Sant Josep
En la Dreta de l’Eixample, junto al Mercat de la Concepció, se encuentra este horno con panellets delicados y hechos con mimo.
Forn Mistral
Demasiadas cosas buenas se pueden decir de Mistral. Sus minicroissants, por ejemplo. O sus cocas. Y si de su obrador salían semejantes maravillas, sus panellets no iban a ser menos.