Es un lugar común, pero pocos dibujantes como Ibáñez para afirmar que, aunque su autor se marcha, sus personajes quedan para siempre. Francisco Ibáñez falleció el pasado sábado 15 de julio a los 87 años, y ahora Barcelona llora a uno de los autores más icónicos de su historia.
Ahora la ciudad le rendirá un homenaje. Así lo ha anunciado Jaume Collboni en su visita al tanatorio, explicando que el dibujante recibirá póstumamente la Medalla de Oro de la ciudad al Mérito Cultural, concedida por unanimidad al Plenario del mes de febrero pasado por su «incansable e intensa trayectoria creativa, como referente del mundo del humor y del cómic en nuestro país”.
Mortadelo y Filemón, Rompetechos… el legado de un dibujante histórico
El autor de algunos de los cómics más icónicos de la historia de España hizo su primera publicación de Ibáñez llegó cuando tenía solo 11 años, tal y como explican en La Vanguardia, en la revista “Chicos”, a pesar de que sus primeros estudios fueron de contabilidad y peritaje mercantil, y su primer trabajo fue en la banca.
No obstante, pronto empezó a compaginar este trabajo con colaboraciones en revistas como “Nicolás”, “Chicolino”, “Picolín”, “Liliput” o “La Risa”, con tiras, chistes, series humorísticas, creando personajes propios o dando continuidad a creaciones de otros autores.
En 1957 empezó a dedicarse a tiempo completo a ello entrando en Bruguera, su editorial histórica. Solo un año después, en 1958, nacía Mortadelo y Filemón en la revista «Pulgarcito». A partir de entonces, iría creando su estilo tan característico, con todo un universo de personajes que continúan vivos hasta hoy: “La familia Trapisonda” (Pulgarcito, 1958); “13, Rue del Percebe” (Tío Vivo, 1961); «El botones Sacarino» (El DDT, 1963); “Rompetechos” (Tío Vivo, 1964) o “Pepe Gotera y Otilio” (Tío Vivo, 1966).
Ibáñez ha vendido más de 100 millones de álbumes, y ha creado cómics temáticos de sus personajes icónicos hasta la actualidad. Actualmente, en la biblioteca Gabriel García Márquez de Sant Martí, de la que Ibáñez era vecino, existe un fondo especial monográfico dedicado al autor.