El fármaco lo ha desarrollado el Instituto de Oncología del Vall d’Hebron.
A noticias como que el Hospital del Mar fue el primero en tratar la epilepsia con cirugía láser, o que en otro hospital se curó con éxito la leucemia de un niño o que en el Vall d’Hebron desarrollaron un medicamento que cura el cáncer en ratones, se le suma otra. Se le suma un fármaco que evita la metástasis y reduce el tamaño del tumor, dejándolo prácticamente ko.
El fármaco lo ha desarrollado el Instituto de Oncología del Vall d’Hebron y después de haber sido probado con éxito en animales, ahora se está aplicando a humanos. El medicamento superó las fases preclínicas con éxito y ahora están en marcha las pruebas clínicas con 40 pacientes. Esos pacientes son de tres hospitales: el mismo Vall d’Hebron, el MSKCC (Nueva York) y el Princess Margaret (Toronto).
El funcionamiento del medicamento, que se llama MSC-1, lo explica perfectamente Joan Seoane, investigador del programa: “Hemos descubierto que LIF desactiva el sistema de alarma para que no lleguen las células del sistema inmune, como si un ladrón desactivara el sistema de alarma de un banco para que no llegara la policía”.
LIF, por cierto, es una citoquina presente en muchos tumores que, como dice Seoane, desactiva el sistema inmune. El propio Seoane también ha dicho que “el fármaco genera una respuesta elevada que elimina completamente el tumor y genera una memoria inmune, que significa que el sistema ya está entrenado para evitar recaídas”.
Ahora, la fase en la que está es en la de la constatación de su eficacia, y a esta le sigue ver cómo se puede combinar con otros tratamientos. Y es que el MSC-1 no es válido para todos los cánceres: solo para aquellos que son altos en LIF, que suelen ser los más agresivos y con peor pronóstico como el de páncreas, ovario, pulmón o próstata.