
Existe una salchicha en Catalunya que se come Carnaval, es de color amarillo y se hace con carne de cerdo mezclada con huevo. Este jueves se celebra Dijous Gras, el día de inicio oficial de Carnaval, y en Catalunya se celebra comiendo una butifarra que parece que se disfrace para la ocasión, y que es una de las particularidades gastronómicas del país es la gran fiesta de los disfraces.
Como ya te explicamos aquí, el Dijous Gras es la fecha de inicio del Carnaval, unas fiestas que, tradicionalmente, han sido la época de locura y desenfreno antes de los ayunos y el recogimiento de la época de Cuaresma. Por Pascua la tradición cristiana dictaba abstinencia, con dietas de las que desaparecían la carne y los huevos. Es por eso que una semana antes comer estos dos productos se volvió convirtió en una tradición que adelantaba el final de la alegría y el principio de las privaciones.

Así, el Carnaval catalán tiene su propio desenfreno gastronómico, en el que varios productos donde predominan la carne y el huevo, y que construyen un universo de desenfreno propio. Quizás hoy en día, en el mundo donde puedes pedir una hamburguesa triple en segundos, esto te suene a poco, pero nada como abrazar la tradición y salir a buscar Botifarras d’ou y coques de llardons para entender cómo es un auténtico Carnaval en Barcelona.
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Jueves lardero: Per dijous gras, botifarra menjaràs

Uno de los platos más típicos de la fiesta de disfraces en Catalunya es la botifarra d’ou, esa salchicha amarilla de la que hablábamos al principio que parece disfrazarse para la fiesta. La butifarra, que al parecer tiene su origen en Barcelona, se elabora con carnes y panceta de cerdo, pero con el añadido del huevo cuya yema le da ese color tan característico a un embutido que, una vez hervido, ya está listo para comer.
Nacida del aprovechamiento de restos de la matanza, tradicionalmente se preparaba solo para Dijous Gras, pero ahora, su sabor suave característico se puede probar todo el año. Aunque, como dice el dicho, mañana es el mejor día ya que «Per dijous llarder, botifarra menjaré o Per dijous gras, botifarra menjaràs».
Por cierto, estas fueron las mejores butifarras d’ou del año pasado. Y aunque la charcutería ganadora a la mejor butifarra tradicional está en Tarradell, la mejor butifarra d’ou Singular, que se hace, atención, con kimchi, se prepara en Barcelona, por lo que no hay excusa para no inaugurar el Carnaval como manda la tradición.
Ous i truites
La tortilla es otro de los alimentos más icónicos de la tradición gastronómica carnavalera, por aquello de los huevos (un alimento rico y proteico prohibido durante la Cuaresma). En Barcelona, los concursos de tortillas, que generalmente se celebran el Dijous Gras, son una de las tradiciones más arraigadas, y podrás encontrarlos en los programas de las fiestas de la ciudad.
Si quieres el combo completo puedes hacer una tortilla de butifarra d’ou y comerte todo lo que necesitas para inaugurar el Carnaval.
Coca de llardons
El otro producto estrella del inicio del Carnaval es la Coca de llardons, porque, ¿Qué hay más gocho que un dulce hecho con chicharrones de cerdo? Los chicharrones que se usan para esta receta se consiguen de la grasa de cerdo, que se hierve en una olla y luego se deja enfriar. Al despedazarlo quedan esos trocitos irregulares y deliciosos que venden en las charcuterías (els llardons), y que si aún nos has probado, deberías.
Y la coca, si no ha las probado, seguro que la has visto. Una masa que, aparte de llardons, lleva huevos, por supuesto, azúcar, harina y piñones. Existen las versiones crujiente y con masa esponjosa, pero en ambos casos es un dulce delicioso que cumple todos los requisitos (huevo y grasa) para acompañar el desenfren carnavalero.
El otro dulce estrella son los bunyols de vent, otro de los pasteles de Carnaval hechos con lardo y cubiertos de azúcar que abundan estos días en al pastelería.
Martes de Carnaval: ranxo
El ranxo es una gran escudella que, tradicionalmente, se prepara los martes de Carnaval, el día antes del Miércoles de ceniza, con comida que aporta el pueblo de forma voluntaria. En Barcelona u otras poblaciones ha sido tradición hacer comidas colectivas donde todos cocinan a fuego lento lo que van trayendo, recordando una antigua tradición medieval en la que el seór feudal invitaba a sus súbditos a un gran ágape antes de la cuaresma.
Tupina, xatonades… las otras estrellas del Carnaval
Aunque la botifarra o la tortilla son los más conocidas, no son los únicos platos propios del Carnaval. Las tortillas se convierten en bocatas y es tradición que los niños lleven bocadillo de tortilla al colegio estos días). Además, en Lleida se preparan las tupina de Lleida (butifarra y costilla de cerdo confitadas) y en otras zonas el ranxo de Ponts que mencionábamos o las xatonades (ensalada de escarola con coca de llardons). En todas partes esta semana se llena de platos que nos recuerdan que todas las tradiciones, incluso las más locas, tienen un actor secundario gastronómico que las acompaña.
Por último, también está el bacalao, uno de los platos estrella y seguramente por eso se dice que en Cataluña hay más de cien recetas diferentes para cocinarlo. Antiguamente, era una comida barata y austera que se asociaba con la dureza de la Cuaresma, pero hoy en día es muy apreciado en nuestra gastronomía. Otro plato típico de estos días son los buñuelos; ahora se pueden encontrar siempre en las pastelerías, pero antes solo se vendían los miércoles y los viernes.
Miércoles de ceniza: sardinas para despedir al Carnaval
El Carnaval comienza con grandes banquetes… y acaba con otro atracón. Normalmente, en muchos lugares de la ciudad, el entierro de la sardina, el Miércoles de Ceniza, termina con una cena comunitaria donde se comen grandes cantidades de este pescado.