Si acostumbras a pasear por las calles de Barcelona probablemente no te sorprenda oír hablar de sobrepoblación de palomas en la ciudad. Las colonias de estas aves, no demasiado queridas por los vecinos, se reparten por toda la ciudad y la situación es cada vez más exagerada.
Estas «plagas» de palomas se han convertido en un auténtico problema para Barcelona -como para muchas otras ciudades del Estado- y han motivado la nueva medida del Ajuntament para hacerles frente: el uso de aves rapaces como estrategia para dispersar de forma rápida los nuevos asentamientos.
La medida se implementará a forma de proyecto piloto en los entornos del Camp Nou y los jardines de Bacardí y de la Maternitat, en el distrito de Les Corts, y tendrá una duración inicial de seis semanas. Esta actuación se integra en la estrategia municipal para controlar y reducir el crecimiento de las colonias de palomas y se ha desarrollado conjuntamente entre el Distrito de Les Corts y el Departamento de Bienestar Animal.
¿En qué consiste exactamente este proyecto?
El plan piloto cuenta con dos fases y está basado, según ha informado el Ajuntament de Barcelona, en tres aspectos clave:
- Reducir y eliminar el alimento que las personas proporcionan a las palomas.
- Reducir la fertilidad, con estrategias como el suministro de pienso anticonceptivo.
- Limitar, reducir y eliminar las estructuras que facilitan el reposo o la nidificación de las palomas, con la instalación de elementos disuasivos.
Además de estas, la medida que más ha llamado la atención de todo el mundo es la de hacer volar aves rapaces, en concreto un halcón y tres águilas, para expulsar los asentamientos de palomas de la zona. Este método se llevará a cabo bajo la supervisión de técnicos especializados en halconería.
Durante la primera fase, que durará dos semanas, se efectuarán vuelos diarios de aves rapaces entre las 8 h. y las 16 h. para expulsar de manera regular las palomas de las zonas de concentración identificadas por los técnicos. En las cuatro semanas siguientes, durante la segunda fase, se reducirán los vuelos a tres por semana para garantizar que las colonias se han dispersado.
La intención con estos vuelos de aves rapaces no es de caza, no se pretende acabar con las palomas, sino asustarlas para que abandonen la zona. Aunque todas estas medidas tienen un carácter paliativo, si los resultados son positivos es posible que se lleven a cabo actuaciones similares en otros distritos de la ciudad.