
Hay dos problemas a la hora de pedir hamburguesas a domicilio. Por un lado, que se trata de un producto pensado para comerse recién cocinado, y cuanto más tiempo pase entre su preparación y su ingesta peor será la experiencia. La segunda cuestión es que se trata de un alimento con un alto contenido graso. La pieza de carne suele tener un 20 por ciento de grasa. Pero acaba de llegar a Barcelona una hamburguesa que remedia estos dos problemas, si es que lo fueran.

Se trata de Bungr, las primeras hamburguesas que se cocinan de camino a tu casa y que no se enfrían. La explicación es sencilla: se usa un pan de cristal, superelástico y hecho únicamente a base de harina y agua a partes iguales, con el que se envuelven todos los ingredientes de la hamburguesa (la carne y el resto de toppings). Una vez cerrado el pan, como si fuera una empanada o un calzone, se mete al horno durante cuatro minutos a 300 grados y se manda a domicilio (no ofrecen servicio de restaurante in situ).
Es el pan y el modo en que envuelve la hamburguesa lo que permite que esta se cocine de camino a casa, pero también que se mantenga caliente durante mucho más rato que cualquier otra hamburguesa que hayas pedido a domicilio.

Alex Jankelevich, cofundador de la marca, nos explica que el bajo contenido en grasa de la pieza de carne y su pan de cristal, vegano y mucho más liviano que cualquier otro, hace la comida mucho más ligera y más sana. Sin duda una revolución en la forma de entender las hamburguesas a domicilio.