El Invernadero de la Ciutadella se rehabilitará finalmente en 2022
El icónico edificio, muy deteriorado, del centro de Barcelona, se reformará junto al Palacio del Marqués de Alfarràs en el Laberinto de Horta.
ESCRIBE LO QUE ESTÁS BUSCANDO Y PULSA INTRO
El icónico edificio, muy deteriorado, del centro de Barcelona, se reformará junto al Palacio del Marqués de Alfarràs en el Laberinto de Horta.
El Invernadero del Parque de la Ciudadela, una de las grandes manchas del patrimonio del centro de la ciudad, será rehabilitado finalmente este 2022. El Ayuntamiento ha decidido rehabilitar este edificio y el Palacio del Marqués de Alfarràs, en el parque del Laberinto de Horta, para poner solución al abandono de dos edificios bonitos, icónicos y relevantes para el patrimonio arquitectónico de la ciudad, pero inexplicablemente abandonados durante demasiados años.
El abandono del Invernadero, uno de los edificios más remarcables del parque de la Ciudadela, que se encuentra en un estado de deterioro evidente y llamativo, ha sido una de las críticas que ha recibido el actual consistorio, y la reforma llegará poco antes de las elecciones municipales del 2023. Ahora, con 1,4 millones de euros de inversión, la intención es reformarlo completamente. En un año se han de reparar las patologías estructurales del edificio, restaurando el interior y el exterior y rehabilitando su pavimento, la cubierta y las fachadas, buscando dejarlo listo para un uso futuro aún por determinar.
El edificio, una de las joyas restantes de la Exposición Universal que se celebró en el Parque en 1888, está catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional, y sus 1000 metros cuadrados llevan en desuso desde 2006, cuando se cerró el restaurante que había en su interior.
En el Laberinto de Horta, quizás uno de los jardines más mágicos de Barcelona, languidece un palacio de 3.000 metros cuadrados estilo neoárabe y neogótico. No se reforma desde finales de S.XX, y su recuperación es la guinda para el jardín mas romántico de la ciudad. El edificio está en desuso, y una vez que la estructura y los elementos patrimoniales queden protegidos, se rehabilitarán las fachadas y las soleras conservando los detalles históricos y se adecuará el edificio con las instalaciones básicas (eléctricas, desagües y pararrayos) para permitir un uso posterior.