Actualmente, es el espacio en el que la Fundación MAPFRE ofrece una diversa programación cultural.
Los turistas de Barcelona nunca pierden la ocasión de visitar espacios como la Pedrera, la Sagrada Familia o la Casa Batlló, pero pasan por alto otras joyas arquitectónicas, como es el caso de la Casa Garriga Nogués, una obra de Enric Sagnier, un arquitecto que comenzó en el Modernismo, pero finalmente apostó por un estilo más ecléctico. Es probable que conozcas algunas de sus obras como el Palacio de Justicia de Barcelona o la Aduana del Puerto, pero seguro que todavía no has visitado la más importante.
La casa burguesa debe su nombre a la familia de banqueros y comerciantes Garriga-Nogués. De hecho, el cabeza de familia fue uno de los banqueros mas prestigiosos del siglo XX y un gran impulsor del tenis en Barcelona, además de recibir el título de marqués de Cabanes por parte del rey Alfonso XIII.
Solo por sus grandes columnas jónicas y sus escaleras de la entrada, podemos intuir que estamos ante un gran espacio de influencia clásica. También contribuye a su espectacularidad la luz natural que se filtra a través de las vidrieras modernistas.
Desde otoño de 2015, acoge la Fundación MAPFRE la cual programa exposiciones muy enfocadas en los inicios de la modernidad pictórica (1850-1950) y en algunos de los maestros de la fotografía. Es uno de los epicentros culturales de la ciudad y debes visitarlo para no perderte la muestra fotográfica de Brassaï, un artista que focalizó su obra en la vida nocturna de París, sin ningún tipo de censura.
Este año, la programación también cuenta con una muestra del japonés Shōmei Tōmatsu (1930-2012) y una propuesta que llegará en otoño centrada en la obra de Picasso y Picabia. A estas propuestas sumamos el propio atractivo de visitar un edificio que aúna el estilo rococó, neoclasicismo y modernismo.
Ya no te quedan excusas para no adentrarte en la Casa Garriga Nogués.
Fuente de la información: Fundación MAPFRE / La Vanguardia
Foto de portada: eldigital.barcelona.cat