Lo que era una anécdota se ha convertido en una auténtica locura. La cooperativa catalana vive una locura hasta el punto de que en una sola semana han recibido la misma cantidad de consultas que en todo un año, tal y como explican en un reportaje de la Ser.
Y los pedidos se han disparado. En apenas quince días, han registrado 80.000 peticiones más de unidades de yogures.
El «Efecto Branyas»: la ciencia detrás del boom
¿Pero de dónde sale esta fiebre? El origen fue un estudio del Instituto Josep Carreras sobre longevidad saludable. Analizando el caso de Maria Branyas, los científicos revelaron el dato más brutal: a sus 117 años, la superabuela tenía la microbiota «como la de una niña».
Alguien ató cabos: Maria Branyas comía yogures La Fageda. Y la mecha prendió. Pero, ¿es este yogur la fuente de la eterna juventud? El doctor Xavier Aldeguer, jefe de digestivo del Hospital Josep Trueta y parte del estudio, pone los puntos sobre las íes en un reportaje de la Cadena Ser.
No, no se puede establecer una relación causa-efecto directa, pero el consumo de estos productos «puede haberlo favorecido». Según el doctor, el perfil de Branyas era el de una persona de 70 años, no de 117, gracias a unas «bifidobacterias» típicas de gente más joven.
Un proyecto que es más que un yogur
El «boom» no es solo por la ciencia; es también por el corazón. La Fageda no es una multinacional cualquiera. Nació en 1982 como un proyecto social radical de Cristóbal Colón, un psicólogo que quería dar trabajo digno a personas con discapacidad intelectual o trastornos mentales.
Hoy, venden más de 93 millones de yogures al año, y el «efecto Branyas» solo acaba de empezar. Como dice Carreras, en las fiestas de gente mayor, «los abuelos ya exigen de postres, yogures La Fageda». No es solo un yogur, es el yogur de Maria.