Montjuïc en los 90 era un paraíso para los erizos, pero el desarrollo urbanístico con motivo de los juegos olímpicos de Barcelona, hizo desaparecer a la especie autóctona. Hoy, 30 años después, un programa de biodiversitad impulsado por el ayuntamiento quiere reinsertar a estos pequeños mamíferos de nuevo en su hábitat.
Aunque no habían desaparecido por completo de Barcelona ya que se instalaron en otras zonas como Collserola, desde 2018 se comenzaron a detectar grupos cada vez más cerca de Montjuïc y ahora se calcula que existe una colonia de al menos unos 200 ejemplares de erizos en la montaña.
¿En qué consiste el programa de reinserción municipal?
Cuando comienzan proyectos de obras no es raro encontrar alguna pequeña colonia de esta especie urbana protegida. En estos casos, un grupo de biólogos del ayuntamiento interviene rescatándolos y trasladándolos al centro de Recuperació de Fauna Salvatge de Torre Ferrussa.
Después de desparasitarlos e identificarlos para poder realizar un seguimiento posteriormente, pasan por un ‘espacio de aclimatación’. Estos espacios se comportan como una zona en semilibertad antes de liberarlos por completo de nuevo en Montjuïc.
Los puntos de aclimatación se encuentran en la montaña, así ya reconocen la zona como su propio territorio y se hace más fácil la reinserción.