Las calles del Raval son punto de comunión de tanta gente y tan diversa que reducirlo todo a una lista como esta resulta casi frívolo. Pero algo teníamos que hacer para resumir y ordenar nuestra pasión por esta peculiar zona de la ciudad.
Mirch Indian Garito
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Mirch es el hermano pequeño de Tandoor, uno de los restaurantes de los mejores restaurantes indios de Barcelona. Y su responsable, Iván Surinder, quiso con Mirch ofrecer una cocina india más callejera y más asequible. Mirch es, según Surinder, el hermano pequeño y canalla de Tandoor con una carta breve a base de curry bowls y vada pavs, hamburguesas indias.
📍 Carrer dels Àngels, 12
Lata Peinada
Esta joven librería está especializada en literatura latinoamericana y cuenta con una variedad de ejemplares y editoriales difíciles de encontrar en otras librerías. Suyo fue el primer Festival de Literatura Latinoamericana de Barcelona, una primera edición brillante, y suyos son también los múltiples talleres y clubs de lectura que realizan. Además, el equipo de la librería es excelente y cualquier recomendación suya siempre es un acierto.
📍 Carrer de la Verge, 10
Frankie Gallo Cha Cha Cha
Una buena forma de definir a Frankie Gallo sin perder mucho tiempo sería como una de las mejores y más innovadoras pizzerías de Barcelona. Además, después de un tiempo cerrados vuelve con novedades en su carta además de los clásicos de siempre. Ahora también tienen pasta. Te recomendamos la pizza carbonara y la de cuatro quesos con boniato.
📍 Carrer del Marquès de Barberà, 15
Chivuo’s Raval
Hamburguesas potentes, cargadas de sabor y buenos ingredientes. Como aquel refrán, que dice que aunque la mona se vista de seda, mona se queda, con las hamburguesas pasa algo parecido: se le pueden echar muchas salsas y muchas florituras, pero sin carne de calidad la hamburguesa no vale nada. Y esto en Chivuo’s lo tienen clarísimo. Sin duda unas de las mejores hamburguesas de Barcelona.
📍 Carrer del Pintor Fortuny, 15
El Marsella
Uno de los míticos de la noche barcelonesa. Su absenta rebajada con agua y azúcar es uno de los clásicos. Quizá a la mañana siguiente te arrepientas.
📍 Carrer Sant Pau, 65
La Poderosa
Este local ofrece comida callejera venezolana en estado puro, y cómo no, las empanadas son las reinas de la carta. Las hay de queso, de queso y plátano, de pabellón criollo y otros tantos sabores. Un negocio pequeño y familiar bastante escondido, ubicado en una perpendicular de la Rambla del Raval. Recomendamos consultar los horarios de apertura porque son algo particulares.
📍 Carrer de Sant Bartomeu, 1
Fantastik
Y de nuestro folclore al del resto del mundo. Esta tienda es como un atlas de los objetos relacionados con la espiritualidad de muchas partes del mundo: India, China, Senegal, Japón, México, Polonia, Portugal, Vietnam… Alfombras plásticas de Senegal, estatuillas de simbología religiosa mexicana, libretas portuguesas o cojines reciclados de Vietnam son solo algunos de los representantes de los 400 objetos más curiosos que te puedas imaginar y que puedes encontrar en este rincón.
📍 Carrer de Joaquim Costa, 62
El Bar del Toro
El Bar Roso, conocido como Bar del Toro, es eso que estabas buscando, el bar de toda la vida. Lo que pasa es que no serás el primero en llegar: aquí se junta la muchachada más moderna con los señores más conocedores del barrio a beber, a charlar y a aguantar hasta que se les despache la última gota y se brinde con el último chupito. Las generaciones se mezclan y no hay punto medio ni diferencias, todo un acontecimiento en el que, si no piensas, no reparas.
Un lugar sencillo con buen vino y picoteo de calidad, y un servicio acogedor a más no poder (esto es lo mejor del Toro). Volverás aunque no quieras, como vuelves siempre a casa.
📍 Carrer de Sant Gil, 2
La Ravala
Un bar de barrio con el mejor ambiente. No se puede pedir mucho más. Tienen tortillas de varios sabores (también vegana), bombas y croquetas, licor café casero y todo lo necesario para no salir de allí en mucho rato. Pero quizá lo mejor de La Ravala sea lo maravilloso de quienes trabajan allí.
📍 Carrer Lluna, 1
El Pachuco
Uno de los mejores mexicanos de Barcelona y seguramente el más barato. Allí, mientras esperaba a ser atendido, escuché a una mexicana decir que sus nachos eran los mejores que había probado jamás. Imprescindibles. No te puedes perder casi nada de estar carta escueta pero potente. El local es muy pequeño y rara vez encuentras sitio, pero en el Gótico está La Pachuca, que es exactamente el mismo local pero más amplio y en femenino.
📍 Carrer de Sant Pau, 110
Berlanga
Otro de esos bares en los que uno se siente como en casa. Tapeo básico y algo de beber, no se le pide mucho más. Y aun así el Berlanga atrapa.
📍 Carrer de Joaquim Costa, 39
Bar Mendizábal
Es, literalmente, un bar a pie de calle. La barra está abierta al público, lista para que te puedas pedir para llevar alguno de sus famosos bocadillos, unas croquetas o una empanada de espinacas. También puedes darte el festín en las sillas que tienen dentro de su barra abierta a los viandantes, concepto tan playero como original.
📍 Carrer de la Junta de Comerç, 2,
Bar Olimpic
Hamburguesas veganas, patatas bravas, cerveza Moritz, leche de pantera, nachos, buena música, visuales randoms en sus televisores, barra de metal, decoración vintage entre luces que se vuelven verdes al chocar con sus paredes. El Bar Olimpic es un clásico que enamora por esa combinación de elementos que podríamos seguir enunciando. Un local tranquilo, con buen ambiente, un ambiente joven pero viejo, como el bar. Una de sus especialidades son los zumos que hacen con las frutas que tienen expuestas en su pequeño mostrador de charcutería.
Si te gusta mucho la estética pop y vintage y las conversaciones íntimas en un rincón entre el jaleo, este es el sitio al que volverás, una y otra vez, sin duda.
📍 Carrer de Joaquim Costa, 25
Nevermind
El Raval también es sinónimo de inconformismo, de street art, flequillos desiguales, tatuajes y cuerpos agujereados. Todo este imaginario tiene que tener algún lugar de encuentro y este lugar es el Nevermind. Con una estética que evoca los bares punks europeos, con paredes más pintadas que desnudas, un skate park propio, ambiente cerrado, cacos de cerveza vacíos y muy buen rollo.
📍 Carrer dels Tallers, 68
Nomad Coffee
Quienes profesan la doctrina de un buen café y repudian todo lo que apunte a torrefacto de bar con sobres de azúcar con frases de Paulo Coelho tienen en el Nomad Coffe un templo religioso.
📍 Joaquim Costa, 26
My Fucking Restaurant
Con My Fucking Restaurant ocurre una cosa bastante intrascendente. Si el nombre no fuese suficiente reclamo, los neones rojos del nombre actúan como imán para quienes vivimos ávidos de nuevas experiencias gastronómicas. Su comida merece mención aparte. Para esa mención está este artículo.
📍 Nou de la Rambla, 35
Lullaby Vintage
Casi soterrado entre las calles oscuras del Raval, Lullaby Vintage tiene, para empezar, una buena selección musical. Y para continuar, una peculiaridad que facilita bastante el proceso de búsqueda: la ropa está catalogada por décadas.
📍 Carrer de la Riera Baixa, 22
Holala! Plaza
De esta tienda se podría decir que, quizás, tiene la apariencia más profesional de entre sus semejantes. Todo bien dividido y distribuido por gamas cromáticas. La variedad es más que interesante a pesar de que el leitmotiv conceptual sea el de prendas surferas y playeras. No es la tienda de segunda mano más barata.
📍 Carrer de Valldonzella, 2
El claustro del Hospital de la Santa Creu
El Hospital de la Santa Creu, por si fuera necesaria la aclaración, no es el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Es, por decirlo de alguna forma, su antecesor. Cuando el hospital viejo se quedo ídem, un banquero de la época puso pasta de por medio para construir un nuevo hospital, que es el modernista y que todos conocemos. No es casualidad que la calle en la que está sea carrer de l’Hospital. No es casualidad, entonces, que, en un alarde de creatividad sin precedentes, los barceloneses de la época bautizaran a la calle en homenaje al hospital que había.
📍 Carrer de l’Hospital, 56
Palau Güell
En este lugar reposa gran parte del interés de la obra porque fue el primer sitio en el que Gaudí puso en práctica la técnica del trencadís. Para enseñar la terraza, decimos, y también el sótano. El sótano es tremendo y tiene una historia densa –fue refugio antiaéreo y el calabozo de una comisaría–, así como unos elementos prácticos como el sistema de aireación que son dignos de elogio. Amén de la estética: parece haber sido proyectado por George RR Martin, parece el escenario de un capítulo de Juego de Tronos.
📍 Carrer Nou de la Rambla, 3-5
Bismillah Raval Kebabish
Bismillah puede presumir de preparar hasta el adobo de la carne que utilizan para preparar el kebab. Y cuando os decimos que lo cocinan todo, es que hornean hasta su propio pan naan, que personalmente preferimos tomar solo en lugar de en cualquiera de las versiones del kebap, porque unidos son una bomba demasiado potente.
📍 Carrer Joaquim Costa, 22
Restaurante Foni
En este restaurante gambiano (aunque el mal marketing le categorice como restaurante africano por aquello de simplificar), se come muy bien y muy barato. Destacan clásicos como su maffe (arroz con pollo en salsa de cacahuete) o sus mojitos a cuatro euros en una terraza amplia y casi siempre abarrotada.
📍 Carrer de l’Est, 9
La Filmoteca de Catalunya
Si el cine no es otra cosa que aventura, amor, sorpresa, emoción y recuerdos, este centro del celuloide está afincado en el barrio adecuado. La Filmoteca de Catalunya lleva desde el año 81 institucionalizada como tal, pero muchos más encargándose de preservar y difundir la cultura audiovisual y el patrimonio cinematográfico, en especial, catalanes.
Hay muchas maneras de acercarse a ella: carnet de socia, bonos, descuentos… La Filmo es el cine al que ir de vez en cuando para escaparse un poco, o la casa a la que acuden los amantes del séptimo arte (casi) a diario para que darle sentido a sus rutinas, para encontrarse y para disfrutar de lo que más les gusta.
📍 Plaça Salvador Seguí, 1-9