
Laietana sigue escupiendo tesoros como si tuviera prisa por revelarlos y a cada tramo que se excava aparecen nuevos restos de la traza medieval de la ciudad que se derribó para la construcción de la vía en 1902.
Ahora, en los trabajos a la altura de la calle de la Fusteria, entre las calles Ample y de la Mercè, ha aparecido un conjunto de cinco viviendas construidas en la época medieval, así como un tramo del pavimento de las Voltes dels Encants.
Tal y como explica el Servei d’Arqueologia de l’Ajuntament. Los trabajos realizados hasta ahora han permitido documentar la evolución de estos cinco edificios, que fueron construidos en la época medieval pero modificados en varias ocasiones hasta que, en 1909, fueron derribados debido a la construcción de la Via Laietana y del vecino edificio de Correos.
Una calle entera de la Barcelona medieval
Las imágenes de la calle Fusteria completamente levantada son impresionantes porque dejan a la vista prácticamente una calle completa de la Barcelona medieval.
Lo que se puede ver es las plantas bajas y algunos sótanos de estas viviendas de unas cinco viviendas, además de un pavimento cerámico del siglo XIV, además de pozos, depósitos y redes de saneamiento, entre otras estructuras medievales y postmedievales. Entre esos, uno de los hallazgos más curiosos es una imagen de San Antonio de Padua, posiblemente del siglo XVIII, encontrada en el pavimento de una de las viviendas.
Además, se aprecia una parte del suelo de las Voltes dels Encants, que en la época medieval se abrían a la antigua plaza de Sant Sebastià y a las calles de la Fusteria y Ample.
El Mercat dels Encants medieval
En la edad media, esta zona acogía la lonja, y bajo los pórticos de Les Voltes dels Encants trabajaban carpinteros, toneleros y otros artesanos de la ciudad. Posterioemente, la zona funcionó como mercado, uno de los más antiguos de Europa.
En este mercado se vendía «al canto», un sistema que consistía en que los vendedores usaran el sonido de un tambor para adjudicar las mercancías a los compradores.
Estos Encants fueron trasladados más tarde a la plaça de les Glòries, con motivo de la apertura de la avenida en 1909, y el mercado sigue en la misma plaza más de cien años después.
El primer museo de la ciudad
Entre los antiguos domicilios medievales excavados, se cree que uno de ellos podría haber albergado la primera colección museística documentada de la península ibérica. Además, los restos encontrados están relacionados con los de la antigua Font de l’Àngel (una de las pocas fuentes de la Barcelona medieval), hallada en excavaciones previas en la plaza de Correos.
Los trabajos realizados hasta ahora aportan información valiosa sobre la vida en la Barcelona medieval, pero aún continúan. Están dirigidos por el arqueólogo Toni Fernández Espinosa, bajo la supervisión del Servicio de Arqueología de Barcelona (ICUB) y del Servicio de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la Generalitat. El equipo está formado por un director arqueólogo, una arqueóloga técnica y cinco auxiliares de arqueología de la empresa Actium Patrimoni Cultural, SL.